Para el político español Ángel Carromero, Cuba "no son las playas de Varadero" sino una isla "subyugada" por la "dictadura castrista. Así se pronunció en su primera comparecencia pública ante los medios tras la muerte del líder opositor Oswaldo Payá en accidente de tráfico, en el que también falleció Harold Cepero, en julio de 2012.
El responsable de las Nuevas Generaciones del PP fue condenado a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente por la justicia cubana, bajo la acusación de exceso de velocidad. Dos años después ha escrito el libro Muerte bajo sospecha. Toda la verdad sobre el caso (editorial Anaya), en cuya presentación lanzó duras críticas al castrismo. "Cuba no es un paraíso de dos playas bonitas, Cuba es mucho más, Cuba es una isla destruida durante 50 y pico años de dictadura" aseguró ante los medios.
Otro diario español, 20 minutos, publica una amplia entrevista con Carromero en la que asegura: "Me da lástima que se crea a una dictadura comunista antes que a un conciudadano". Sigue sosteniendo que después de este tiempo no están claros los motivos de las muertes, y que las familias aún esperan las autopsias solicitadas a través del reglamento jurídico cubano y la OEA.
A la pregunta de este medio sobre qué diría a aquellos que no creen su versión, fue claro: “si hay que poner en una balanza el testimonio de una dictadura contra la palabra de un conciudadano, y sobre todo de la familia de los fallecidos, que son los más interesados en saber la verdad, pues yo creo que siempre la balanza se debería decantar por lado nuestro”.
Respecto a un sector de la opinión pública, tanto española como del resto del mundo, que mantiene cierta afinidad con el régimen cubano en muchos sentidos, el político sostiene que es “porque hay una especie de buenismo” y el país ha sabido venderse bien, como “el mito del guerrillero que sale de la selva y libera a su pueblo de tal forma que hay camisetas con su cara, al igual que el Ché”.
Y añade: “Me da lástima que de Cuba sólo se conoce Varadero, las playas paradisíacas y nada más. Cualquiera que haya estado en La Habana sabe que esta es una ciudad en ruinas, como si hubiera pasado una guerra por ahí. La pobreza es enorme”.
Uno de los temas que más controversia desató tras el accidente fue la postura de otro de los accidentados que salvó su vida, Aron Modig, quien no corrobora la versión de Carromero. En 20 minutos se expresa así al respecto: “Él salió de la isla en una semana… le dejaron salir simplemente grabándole otro de los vídeos que acostumbran a grabar las fuerzas del Estado cubano y bueno, el optó por el camino más fácil: Decir que no se acuerda de nada y seguir adelante con su vida. Yo elegí otro camino: Elegí decir la verdad”.
Acerca de las cuestiones legales de su proceso -tras cinco meses en una prisión cubana fue extraditado a España donde cumple condena en régimen de tercer grado- argumentó la falta de posibilidades de defensión ante cualquier incidente. “En Cuba cuando te acusan ya estás condenado. Cualquier estudiante de Derecho sabe que el principio de contradicción no existe allí”.
También apuntó, en relación a las pruebas periciales solicitadas en el coche, que Cuba no es un Estado de Derecho. “No puedes pedir ningún perito independiente o para la defensa".
Ángel Carromero, que actualmente ostenta un cargo de asesor en un ayuntamiento y tiene que acudir diariamente a su trabajo con una pulsera para estar localizado, se muestra pesimista al final de la entrevista: “Al final los Castro ganaron, porque acabaron con dos de los principales opositores y porque a día de hoy, en mi país, sigo condenado”.
El responsable de las Nuevas Generaciones del PP fue condenado a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente por la justicia cubana, bajo la acusación de exceso de velocidad. Dos años después ha escrito el libro Muerte bajo sospecha. Toda la verdad sobre el caso (editorial Anaya), en cuya presentación lanzó duras críticas al castrismo. "Cuba no es un paraíso de dos playas bonitas, Cuba es mucho más, Cuba es una isla destruida durante 50 y pico años de dictadura" aseguró ante los medios.
Otro diario español, 20 minutos, publica una amplia entrevista con Carromero en la que asegura: "Me da lástima que se crea a una dictadura comunista antes que a un conciudadano". Sigue sosteniendo que después de este tiempo no están claros los motivos de las muertes, y que las familias aún esperan las autopsias solicitadas a través del reglamento jurídico cubano y la OEA.
A la pregunta de este medio sobre qué diría a aquellos que no creen su versión, fue claro: “si hay que poner en una balanza el testimonio de una dictadura contra la palabra de un conciudadano, y sobre todo de la familia de los fallecidos, que son los más interesados en saber la verdad, pues yo creo que siempre la balanza se debería decantar por lado nuestro”.
Respecto a un sector de la opinión pública, tanto española como del resto del mundo, que mantiene cierta afinidad con el régimen cubano en muchos sentidos, el político sostiene que es “porque hay una especie de buenismo” y el país ha sabido venderse bien, como “el mito del guerrillero que sale de la selva y libera a su pueblo de tal forma que hay camisetas con su cara, al igual que el Ché”.
Y añade: “Me da lástima que de Cuba sólo se conoce Varadero, las playas paradisíacas y nada más. Cualquiera que haya estado en La Habana sabe que esta es una ciudad en ruinas, como si hubiera pasado una guerra por ahí. La pobreza es enorme”.
Uno de los temas que más controversia desató tras el accidente fue la postura de otro de los accidentados que salvó su vida, Aron Modig, quien no corrobora la versión de Carromero. En 20 minutos se expresa así al respecto: “Él salió de la isla en una semana… le dejaron salir simplemente grabándole otro de los vídeos que acostumbran a grabar las fuerzas del Estado cubano y bueno, el optó por el camino más fácil: Decir que no se acuerda de nada y seguir adelante con su vida. Yo elegí otro camino: Elegí decir la verdad”.
En Cuba cuando te acusan ya estás condenado. Cualquier estudiante de Derecho sabe que el principio de contradicción no existe allí
Acerca de las cuestiones legales de su proceso -tras cinco meses en una prisión cubana fue extraditado a España donde cumple condena en régimen de tercer grado- argumentó la falta de posibilidades de defensión ante cualquier incidente. “En Cuba cuando te acusan ya estás condenado. Cualquier estudiante de Derecho sabe que el principio de contradicción no existe allí”.
También apuntó, en relación a las pruebas periciales solicitadas en el coche, que Cuba no es un Estado de Derecho. “No puedes pedir ningún perito independiente o para la defensa".
Ángel Carromero, que actualmente ostenta un cargo de asesor en un ayuntamiento y tiene que acudir diariamente a su trabajo con una pulsera para estar localizado, se muestra pesimista al final de la entrevista: “Al final los Castro ganaron, porque acabaron con dos de los principales opositores y porque a día de hoy, en mi país, sigo condenado”.