Las Grandes Ligas han presentado al Departamento del Tesoro de Estados Unidos una propuesta que formula una nueva vía para que jugadores de béisbol de Cuba puedan firmar directamente con las franquicias de la organización en Estados Unidos, reporta el diario The New York Times.
Si se aprueba, anticipa el Times, podría cambiar drásticamente la manera en que los jugadores cubanos encuentran su camino a la Gran Carpa.
La publicación señala que durante décadas los peloteros cubanos se han visto obligados a jugar por salarios ínfimos de entre $40 y $200 mensuales en su tierra natal o a abandonar el país para poder jugar en Estados Unidos, debido a las disposiciones del embargo.
El abogado principal de las Grandes Ligas, Dan Halem, explicó al Times que, según el plan propuesto, se crearía una entidad mixta integrada por empresarios privados cubanos y directivos de la MLB y el Sindicato de Jugadores.
La entidad funcionaría sin fines de lucro y para apoyar el béisbol juvenil, la educación y un remozamiento de las instalaciones deportivas en Cuba.
La fórmula, pendiente de aprobación, respetaría los términos del embargo, según el experto jurídico, ya que el Gobierno cubano no percibiría dinero directamente.
La información no precisa qué "empresarios privados" cubanos integrarían la entidad no lucrativa, aunque sugiere que los deportistas podrían recibir licencias especiales siguiendo el modelo del cuentapropismo autorizado en los últimos años, o el de las cooperativas no agropecuarias
El matutino señala que el concepto ha sido discutido informalmente con funcionarios cubanos, pero que La Habana aún podría insistir en que una parte de los salarios de los jugadores isleños se canalice al INDER, el instituto de deportes de la isla, que por lo general administra los contratos de los atletas en el extranjero.
Revela, asimismo, que la Casa Blanca ha estado discutiendo detrás del telón con dirigentes del béisbol profesional en Estados Unidos la mejor manera de navegar alrededor de la compleja red de escollos regulatorios que gobiernan los negocios entre los dos países, a fin de crear un nuevo sistema que permita de manera legal a los equipos estadounidenses contratar directamente a los prospectos cubanos.
El diario neoyorquino apunta que si la propuesta obtiene luz verde, el Sindicato de Jugadores de Grandes Ligas y la parte cubana tendrían que discutir qué jugadores pueden ser firmados, cuánto de sus salarios se destinaría a la entidad no lucrativa, y cómo podrían seguir compitiendo por su país en torneos internacionales.