El Centro para una Cuba Libre, ha hecho un llamamiento a Hillary Clinton, aspirante a la Casa Blanca, para que interceda por las mujeres cubanas, integrantes del Movimiento Damas de Blanco y que las mismas dejen de ser reprimidas y golpeadas sistemáticamente.
La organización aprovechó la visita de la ex Secretaria de Estado a la Universidad Internacional de la Florida (FIU), en Miami, este sábado para desplegar un cartel en una avioneta con el siguiente mensaje:
“HILLARY, detén ya las golpizas de Raúl Castro a las mujeres cubanas”.
Al mismo tiempo, el centro presidido por el exdiplomático James C. Cason, ex Jefe de la Misión de Estados Unidos en La Habana, instó a estudiantes y profesores en la FIU a solicitarle a la candidata por el partido demócrata que le pida a Raúl Castro que detenga las golpizas a mujeres inocentes.
El evento de campaña en Miami es el primero en que la aspirante demócrata a la Presidencia de EE.UU. tiene con su recién escogido candidato a la vicepresidencia, el senador por Virginia, Tim Kaine.
A continuación publicamos el texto íntegro del comunicado del Centro por una Cuba Libre:
El Centro para Cuba Libre le ha pedido al Presidente Barack Obama que condicione cualquier concesión a Raúl Castro a que detenga las golpizas de las Damas de Blanco y el abuso de los presos políticos, y a que permita la visita a los presos políticos cubanos por Amnistía Internacional y El Comité Internacional de la Cruz Roja. Las Damas de Blanco es un grupo de mujeres disidentes que se manifiestan pacíficamente y que fueron honradas por el Parlamento Europeo en el 2005 con el prestigioso Premio Sakarov por la Libertad de Pensamiento. Laura Pollán, la fundadora del grupo, murió bajo circunstancias misteriosas en el 2011, cuando ya Raúl Castro y Barack Obama eran jefes de estado.
El Centro para Cuba Libre es una organización no partidista dedicada a la promoción de los derechos humanos, la democracia y el imperio de la ley en Cuba. El Presidente del Centro es el ex embajador James C. Cason, ex jefe de la Misión estadounidense en La Habana. La directiva del Centro incluye varios ex embajadores norteamericanos, profesores universitarios, líderes cívicos y del mundo de los negocios.
Hace cuatro años, uno de los más prominentes líderes de la oposición democrática cubana, el demócrata cristiano Oswaldo Payá, fue asesinado en una carretera cubana cuando un vehículo de la policía política lo empujó a la cuneta. El activista de los derechos humanos Harold Cepero también fue asesinado en aquella ocasión. El régimen no ha dado información detallada sobre cuando el automóvil de la policía chocó con el vehículo de Payá, ni la hora en que Payá y Cepero fueron llevados al hospital, ni cuándo y que atención médica les dieron. Ni a qué hora murieron.
Otros activistas por los derechos humanos cubanos han sido asesinados, pero la Administración no le ha dado prioridad a sus muertes en las relaciones diplomáticas con el General Raúl Castro. Cuando Washington anunció el restablecimiento de relaciones con Cuba, Amnistía Internacional dijo que si sólo se conseguía la excarcelación de algunos presos políticos las nuevas relaciones servirían como una cortina de humo.
Todas las vidas son importantes, todas las vidas americanas y cubano-americanas son importantes pero la Señora Clinton nada ha dicho sobre la hospitalidad que Raúl Castro le brinda a terroristas americanos que asesinaron a policías americanos, pero el Presidente Obama eliminó a Cuba de la lista de países que ayudan al terrorismo. La ex Secretaria de Estado ha guardado silencio sobre la devolución a Cuba de un espía cubano que se encontraba cumpliendo en penitenciarías norteamericanas dos condenas perpetuas por haber participado en la planificación del asesinato por aviones de guerra cubanos de norteamericanos en espacio aéreo internacional en el Estrecho de la Florida.
Y la Señora Clinton nada ha dicho sobre la campaña para liberar a Ana Belén Montes, una espía confesa norteamericana que mientras trabajaba en la Agencia de Inteligencia de Defensa, espiaba para los Castros. Su traición resultó en el asesinato de varias personas amigas de los Estados Unidos.
Hace meses la Señora Clinton habló en la Universidad Internacional de la Florida, pero no permitió ninguna pregunta. Le pedimos a los profesores y estudiantes de FIU que le pidan que se dirija al dictador cubano para que cesen las golpizas de mujeres indefensas.