Ofelia Acevedo, la viuda del disidente cubano Oswaldo Payá Sardiñas, declaró por teléfono a la página digital elmercurio.com que sigue pensando que el accidente de tránsito en el que murió su esposo no fue casual.
Afirma que el vehículo en el que viajaba su marido y el también opositor Harold Cepero, la otra víctima fatal, fue embestido por otro, lo que provocó el accidente. El Gobierno señala que el chofer, Ángel Carromero, iba a exceso de velocidad, perdió el control del automóvil y se estrelló contra un árbol.
Otra persona que viajaba en el vehículo, el sueco Jeans Aron Modig, ya se encuentra en su país, pero siempre que le preguntan sobre lo ocurrido se limita a decir que no recuerda nada del accidente.
Ofelia señala que hasta ahora no ha tenido comunicación alguna con el Gobierno sobre la muerte de su esposo y destaca que se enteró de lo que le había pasado por la televisión.
“Sólo he visto al agente de criminalística que me entregó el cadáver de mi esposo, y él me dio la misma versión”, manifestó.
La viuda de Payá le hizo saber al agente que ella “no creía en una versión elaborada por la seguridad del Estado, el organismo que durante tantos años persiguió y amenazó de muerte a mi esposo”.
Cuando elmercurio.com le preguntó en qué se basaba para afirmar que hubo participación de terceros, Ofelia, respondió que recibió un mensaje de unos amigos desde España, “que me decían que el carro había sido embestido por atrás y sacado de la carretera. Después me enteré del accidente. Ellos no tenían motivo para ir a exceso de velocidad, no tenían apuro, iban por una carretera vacía, a las dos de la tarde”.
Ofelia dijo que su familia había hablado con personas “que oyeron a instructores de la policía leer un acta en la que los testigos decían que había un auto que corría paralelo al vehículo que llevaba a mi esposo. Otros oyeron que los extranjeros interpelaban a las personas de ese otro auto y les preguntaban que quiénes eran y por qué les hacían eso”.
Señaló que el objetivo del viaje de Payá “era una forma discreta para poder llegar hasta Santiago de Cuba a ver a algunos miembros del Movimiento Cristiano Liberación (fundado por él) sin ser seguido por la seguridad del Estado”.
Sobre el movimiento de oposición al régimen cubano, dijo que “va a seguir funcionando. Oswaldo dejó muy bien encaminado todo el trabajo y la gente sigue como si él estuviera todavía físicamente entre nosotros. En el corazón, en el espíritu de todos ellos, está lo que Oswaldo nos enseñó y el camino que preparó”.
Ofelia indicó que sus vecinos son constantemente intimidados por la seguridad del Estado y lo mismo pasa con los compañeros de trabajo, con los compañeros de estudio de sus hijos y con sus hermanos de la comunidad cristiana.
Afirma que el vehículo en el que viajaba su marido y el también opositor Harold Cepero, la otra víctima fatal, fue embestido por otro, lo que provocó el accidente. El Gobierno señala que el chofer, Ángel Carromero, iba a exceso de velocidad, perdió el control del automóvil y se estrelló contra un árbol.
Otra persona que viajaba en el vehículo, el sueco Jeans Aron Modig, ya se encuentra en su país, pero siempre que le preguntan sobre lo ocurrido se limita a decir que no recuerda nada del accidente.
Ofelia señala que hasta ahora no ha tenido comunicación alguna con el Gobierno sobre la muerte de su esposo y destaca que se enteró de lo que le había pasado por la televisión.
“Sólo he visto al agente de criminalística que me entregó el cadáver de mi esposo, y él me dio la misma versión”, manifestó.
La viuda de Payá le hizo saber al agente que ella “no creía en una versión elaborada por la seguridad del Estado, el organismo que durante tantos años persiguió y amenazó de muerte a mi esposo”.
Cuando elmercurio.com le preguntó en qué se basaba para afirmar que hubo participación de terceros, Ofelia, respondió que recibió un mensaje de unos amigos desde España, “que me decían que el carro había sido embestido por atrás y sacado de la carretera. Después me enteré del accidente. Ellos no tenían motivo para ir a exceso de velocidad, no tenían apuro, iban por una carretera vacía, a las dos de la tarde”.
Ofelia dijo que su familia había hablado con personas “que oyeron a instructores de la policía leer un acta en la que los testigos decían que había un auto que corría paralelo al vehículo que llevaba a mi esposo. Otros oyeron que los extranjeros interpelaban a las personas de ese otro auto y les preguntaban que quiénes eran y por qué les hacían eso”.
Señaló que el objetivo del viaje de Payá “era una forma discreta para poder llegar hasta Santiago de Cuba a ver a algunos miembros del Movimiento Cristiano Liberación (fundado por él) sin ser seguido por la seguridad del Estado”.
Sobre el movimiento de oposición al régimen cubano, dijo que “va a seguir funcionando. Oswaldo dejó muy bien encaminado todo el trabajo y la gente sigue como si él estuviera todavía físicamente entre nosotros. En el corazón, en el espíritu de todos ellos, está lo que Oswaldo nos enseñó y el camino que preparó”.
Ofelia indicó que sus vecinos son constantemente intimidados por la seguridad del Estado y lo mismo pasa con los compañeros de trabajo, con los compañeros de estudio de sus hijos y con sus hermanos de la comunidad cristiana.