El discurso del presidente Obama, en que aceptó la candidatura demócrata a la presidente de Estados Unidos, concluyó la Convención Demócrata de Charlotte que, tal com sus organizadores habían indicado, fue la más abierta e incluyente en la historia del partido. Incluso la seguridad parecía laxa y muchas personas que en otras ocasiones no tenían acceso a la; convención, pudieron acudir por lo menos al centro en que se hallaban los medios informativos y muchos delegados se reunían antes de las sesiones de la tarde, lo que les daba la impresión de que formaban parte de las reuniones.
El discurso de Obama fue un repaso a sus cuatro años de gobierno, un detallado repaso a los planteamientos sociales, económicos y de relaciones internacionales, durante su gestión presidencial y la diferencia que representaría, en todos estos aspectos, una presidencia republicana que presentó como favorable a los más ricos y poco interesada en la exora de las clases pobres.
Después del discurso de la víspera del ex presidente Clinton, algunos compararon la oratoria de los presidentes y señalaron que la de Clinton les parecía más brillante, pero Obama consiguió un enorme entusiasmo en la sala de convenciones, al recordar que había acabado con el terrorista Osama bin Laden y que había logrado mejoras importantes para la gente pobre con la reforma del seguro médico.
Antes que él hablaron políticos de todo el país y representantes de grupos hispanos, de mujeres y de sectores de la sociedad americana que antes estaban discriminados, como los homosexuales. El vicepresidente Joe Biden pronunció un largo discurso para atacar al candidato republicano Mitt Romney en un rol tradicional para los vicepresidentes, que frecuentemente se dedican a atacar a sus rivales para permitir que el presidente pueda adoptar un papel más elevado.
Las energías de los asistentes fueron evidentes hasta el final de esta última sesión que fue, incluso más que las dos anteriores, una fiesta en que se mezclaron discursos políticos, películas con lemas patrióticos y biografías de héroes del partido, junto con conjuntos musicales que estimularon a la audiencia que llenaba a rebosar el campo deportivo donde se celebraba la Convención.
Las encuestas indicaban por la mañana una carrera muy igualada y será preciso esperar algunos días para ver si Obama se beneficia notablemente de la Convención, pero muchos expertos indican que son más bien los debates presidenciales, que enfrentarán personalmente a Obama y a Romney, los que pueden dar una medida mejor de ambos candidatos y tal vez se reflejen en las encuestas de las próximas semanas.
El discurso de Obama fue un repaso a sus cuatro años de gobierno, un detallado repaso a los planteamientos sociales, económicos y de relaciones internacionales, durante su gestión presidencial y la diferencia que representaría, en todos estos aspectos, una presidencia republicana que presentó como favorable a los más ricos y poco interesada en la exora de las clases pobres.
Después del discurso de la víspera del ex presidente Clinton, algunos compararon la oratoria de los presidentes y señalaron que la de Clinton les parecía más brillante, pero Obama consiguió un enorme entusiasmo en la sala de convenciones, al recordar que había acabado con el terrorista Osama bin Laden y que había logrado mejoras importantes para la gente pobre con la reforma del seguro médico.
Antes que él hablaron políticos de todo el país y representantes de grupos hispanos, de mujeres y de sectores de la sociedad americana que antes estaban discriminados, como los homosexuales. El vicepresidente Joe Biden pronunció un largo discurso para atacar al candidato republicano Mitt Romney en un rol tradicional para los vicepresidentes, que frecuentemente se dedican a atacar a sus rivales para permitir que el presidente pueda adoptar un papel más elevado.
Las energías de los asistentes fueron evidentes hasta el final de esta última sesión que fue, incluso más que las dos anteriores, una fiesta en que se mezclaron discursos políticos, películas con lemas patrióticos y biografías de héroes del partido, junto con conjuntos musicales que estimularon a la audiencia que llenaba a rebosar el campo deportivo donde se celebraba la Convención.
Las encuestas indicaban por la mañana una carrera muy igualada y será preciso esperar algunos días para ver si Obama se beneficia notablemente de la Convención, pero muchos expertos indican que son más bien los debates presidenciales, que enfrentarán personalmente a Obama y a Romney, los que pueden dar una medida mejor de ambos candidatos y tal vez se reflejen en las encuestas de las próximas semanas.