La semana pasada una periodista amiga a quien conociera en Venezuela en 1994 me ubicó en Twitter. Intercambiamos las preguntas de rigor de dos personas que no se habían visto en 18 años. Y por fin le pregunté que pensaba de las elecciones del domingo pasado en Venezuela.
Me dijo que esperaba que ganara Henrique Capriles. “Yo no tengo un plan B”, agregó.
Desde entonces veo sus comentarios en Twitter; cortos pero precisos. Al principio sus mensajes mostraban optimismo. Después dijo que era un manojo de nervios. Y por ultimo, después de los comicios dijo: “me parece que el camino va por Maiquetía”. Allí es donde está el aeropuerto. Chávez volvió a ganar. Capriles perdió por cerca de 10 puntos y concedió su derrota.
De acuerdo a la Oficina del Censo de Estados Unidos, el número de venezolanos que residen en el sur de la Florida aumentó el 150 por ciento; de 41,000 en el 2000 a 102,000 en el 2010. Indudablemente que ese número ha continuado creciendo. Muchos han llegado en los dos últimos años. Y el éxodo probablemente crecerá su Chávez continúa su marcha al socialismo, si es incapaz de controlar la violencia en el país, y si sigue persiguiendo a sus enemigos.
No creo que mi amiga sea una de las que venga. Esta deprimida, pero ya el lunes tenía una idea nueva para montar un pequeño negocio. Otros, sin embargo no vacilaran.
Y tal como ocurriera con los primeros cubanos en salir de Cuba hace más de 50 años, los que vienen de Venezuela son los profesionales, los hombres y mujeres de negocio; los graduados de universidades: En fin la crema y nata de la tierra de Bolívar. En Venezuela se quedaran aquellos que reciben dádivas del gobierno; a los que no le importa que Chávez sea aliado de los peores dictadores del planeta – como los que gobiernan en Siria, Irán y Cuba. Amén a todos los regímenes izquierdistas del hemisferio a quien Chávez apuntala.
A pesar que la oposición en Venezuela no ha cuestionado el resultado de las elecciones, lo cierto es que la cosa estaba muy dura para Capriles. Chávez había nombrado a cuatro de los cinco miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE). Cuando el habla, todas las radioemisoras y televisoras del país tienen que encadenarse y llevar en pleno sus discursos. Además Chávez aprovecha los petrodólares que regalarse casas a los pobres; repartir comida y comprar su lealtad. Ellos lo ven como un ídolo, comparable sólo con Fidel Castro en Cuba.
Pronosticar el futuro de Venezuela no es fácil. Las elecciones le dan a Chávez seis años más en el Palacio de Miraflores. Veremos lo que le da el cáncer del cual ha estado tratándose en Cuba hace más de un año. Le han dado quimioterapia, radioterapia, y lo han operado tres veces. El gobierno no dice que tipo de cáncer es el que tiene. Eso es secreto de estado. Si Chávez muere en los primeros cuatro años de su nuevo período la ley venezolana dice que hay que llamar a nueva elecciones. Ya hay indicios que Chávez nuevamente quiere cambiar la constitución, por si el necesita nombrar a su sucesor.
Predecir el futuro de los venezolanos en el sur de la Florida es mucho más fácil. A medida que los venezolanos de clase media y los ricos que aún quedan se vayan cansando y desesperando con el vivir diario en su país natal, muchos vendrán al sur de la Florida. Ya hay grandes enclaves de venezolanos en la zona. Muchos de ellos viven en el Doral en el condado MiamiDade. Otros lo hacen en Weston en el condado de Broward. Pero ya no basta en decir que viven en estas dos zonas. Los venezolanos están en todas partes y se han integrado con facilidad a la economía de la zona y de los Estados Unidos.
Al estado de la Florida la migración de Venezuela le conviene. Muchas de ellos tienen dinero fuera el país; abrirán nuevos negocios en la zona; compraran casas y ayudaran a crecer la economía local.
Personalmente espero que los venezolanos puedan regresar pronto a su querida patria. No les deseo el calvario que han vivido los cubanos por más de 50 años. Los venezolanos y venezolanas son mis hermanos y hermanas y lo único que les deseo es que tengan la dicha de poder hacer realidad sus más fervientes deseos de volver a Venezuela.
Me dijo que esperaba que ganara Henrique Capriles. “Yo no tengo un plan B”, agregó.
Desde entonces veo sus comentarios en Twitter; cortos pero precisos. Al principio sus mensajes mostraban optimismo. Después dijo que era un manojo de nervios. Y por ultimo, después de los comicios dijo: “me parece que el camino va por Maiquetía”. Allí es donde está el aeropuerto. Chávez volvió a ganar. Capriles perdió por cerca de 10 puntos y concedió su derrota.
De acuerdo a la Oficina del Censo de Estados Unidos, el número de venezolanos que residen en el sur de la Florida aumentó el 150 por ciento; de 41,000 en el 2000 a 102,000 en el 2010. Indudablemente que ese número ha continuado creciendo. Muchos han llegado en los dos últimos años. Y el éxodo probablemente crecerá su Chávez continúa su marcha al socialismo, si es incapaz de controlar la violencia en el país, y si sigue persiguiendo a sus enemigos.
No creo que mi amiga sea una de las que venga. Esta deprimida, pero ya el lunes tenía una idea nueva para montar un pequeño negocio. Otros, sin embargo no vacilaran.
Y tal como ocurriera con los primeros cubanos en salir de Cuba hace más de 50 años, los que vienen de Venezuela son los profesionales, los hombres y mujeres de negocio; los graduados de universidades: En fin la crema y nata de la tierra de Bolívar. En Venezuela se quedaran aquellos que reciben dádivas del gobierno; a los que no le importa que Chávez sea aliado de los peores dictadores del planeta – como los que gobiernan en Siria, Irán y Cuba. Amén a todos los regímenes izquierdistas del hemisferio a quien Chávez apuntala.
A pesar que la oposición en Venezuela no ha cuestionado el resultado de las elecciones, lo cierto es que la cosa estaba muy dura para Capriles. Chávez había nombrado a cuatro de los cinco miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE). Cuando el habla, todas las radioemisoras y televisoras del país tienen que encadenarse y llevar en pleno sus discursos. Además Chávez aprovecha los petrodólares que regalarse casas a los pobres; repartir comida y comprar su lealtad. Ellos lo ven como un ídolo, comparable sólo con Fidel Castro en Cuba.
Pronosticar el futuro de Venezuela no es fácil. Las elecciones le dan a Chávez seis años más en el Palacio de Miraflores. Veremos lo que le da el cáncer del cual ha estado tratándose en Cuba hace más de un año. Le han dado quimioterapia, radioterapia, y lo han operado tres veces. El gobierno no dice que tipo de cáncer es el que tiene. Eso es secreto de estado. Si Chávez muere en los primeros cuatro años de su nuevo período la ley venezolana dice que hay que llamar a nueva elecciones. Ya hay indicios que Chávez nuevamente quiere cambiar la constitución, por si el necesita nombrar a su sucesor.
Predecir el futuro de los venezolanos en el sur de la Florida es mucho más fácil. A medida que los venezolanos de clase media y los ricos que aún quedan se vayan cansando y desesperando con el vivir diario en su país natal, muchos vendrán al sur de la Florida. Ya hay grandes enclaves de venezolanos en la zona. Muchos de ellos viven en el Doral en el condado MiamiDade. Otros lo hacen en Weston en el condado de Broward. Pero ya no basta en decir que viven en estas dos zonas. Los venezolanos están en todas partes y se han integrado con facilidad a la economía de la zona y de los Estados Unidos.
Al estado de la Florida la migración de Venezuela le conviene. Muchas de ellos tienen dinero fuera el país; abrirán nuevos negocios en la zona; compraran casas y ayudaran a crecer la economía local.
Personalmente espero que los venezolanos puedan regresar pronto a su querida patria. No les deseo el calvario que han vivido los cubanos por más de 50 años. Los venezolanos y venezolanas son mis hermanos y hermanas y lo único que les deseo es que tengan la dicha de poder hacer realidad sus más fervientes deseos de volver a Venezuela.