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Dominicana, campeón invicto del III Clásico


 Jugadores dominicanos celebran su victoria en la final del Clásico Mundial de Béisbol contra Puerto Rico en el AT&T Park, en San Francisco, California (EE.UU.).
Jugadores dominicanos celebran su victoria en la final del Clásico Mundial de Béisbol contra Puerto Rico en el AT&T Park, en San Francisco, California (EE.UU.).

Fue la octava victoria del elenco de Quisqueya en otras tantas salidas a los diamantes de San Juan de Puerto Rico, el Marlins Park de Miami.

República Dominicana aireó todo su encumbrado expediente, y con triunfo de tres carreras por cero ante Puerto Rico conquistó el trono del III Clásico Mundial de Béisbol clausurado en el estadio AT & T, de la ciudad norteamericana de San Francisco.

Fue la octava victoria del elenco de Quisqueya en otras tantas salidas a los diamantes de San Juan de Puerto Rico, el Marlins Park de Miami, y finalmente la casa de los Gigantes de San Francisco, en la Major League Baseball.

Samuel Deduno, abridor de los flamantes campeones, colgó el primer cero del encuentro, lo que repitió en otros cuatro innings, con dos hits tolerados, tres boletos y cinco ponches.

La tambora, en cambio, se hizo sentir en el final del primer capítulo.Se incluyeron un doble de José Reyes, sacrificio de Erick Aybar, pase intencional a Robinsón Canó y otro doble, de Edwin Encarnación, que puso la pizarra 2-0 en contra del abridor boricua Giancarlo Alvarado.

Hiram Burgos inició el segundo episodio por la Isla del Encanto, e hizo las cosas bien hasta el quinto –llegó a ponchar a cinco contrincantes—cuando Alejandro de Aza pegó un imparable, avanzó con rodado de José Reyes y se fue a la goma gracias a un doblete de Aybar. Se había clavado la última puntilla en el ataúd de Puerto Rico.

Octavio Dotel, primer apagafuegos dominicano, admitió el tercer y último incogible de los derrotados –los dieron Pagán, Avilés y Feliciano--, en tanto tiraban también --un inning per cápita-- Pedro Strop, Santiago Casilla y el inmenso Fernando Rodney, todos ellos preguntándose adonde se habían ido los bates puertorriqueños, ponchados 10 veces en la noche californiana.

Dominicana cometió el único error del partido y pegó ocho hits, dos de José Reyes, dos de Aybar y uno en cada caso de Encarnación, Hanley Ramírez, Nelson Cruz y De Aza. Por el montículo de Puerto Rico desfilaron además De la Torre, Cedeño y Cabrera, ya aliviados porque la calentura de los nuevos monarcas había terminado.
Los de Quisqueya habían iniciado el grupo C en San Juan, donde vencieron 9-3 a Venezuela; 6-3 a España y 4-2 al anfitrión Puerto Rico.

En el Pool 2, en el Marlins Park de Miami, Dominicana superó 5-4 a Italia; 3-1 a Estados Unidos y 2-0 a Puerto Rico. Y ya en la final de San Francisco debutaron 4-1 sobre Holanda, para cerrar su andadura con el tercer éxito a expensas de los boricuas.
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