La Empresa de Gas Manufacturado en Ciudad de La Habana necesita sustituir más del 50 por ciento de sus redes debido a los escapes y la baja presión en las mismas, y así lo reconoce la prensa oficial en la Isla.
Más de la mitad de los conductos de gas manufacturado en Ciudad de La Habana necesitan de una reposición urgente cuando el promedio de explotación de las redes sobrepasa las ocho décadas y en algunas zonas del centro histórico aún se utilizan los conductos de la primera red soterrada para el alumbrado público construida en 1845, así explicó el exprofesor de ingeniería Félix Bonne Carcases.
Teniendo en consideracion que los niveles de dióxide de nitrógeno en la capital cubana son seis veces y medio superiores a los del resto del país y la mortalidad por enfermedades de las vías respiratorias es del 500 por ciento, por lo que el Dr. Arnoldo de la Cruz insiste en las secuelas de la contaminación para el medio ambiente y la salud humana, generada entre otros por los escapes de gas.
Según cifras de la empresa de gas manufacturado citadas por la prensa oficialista en el 2012 se perdieron aproximadamente ocho millones de metros cúbicos de ese combustible.
Más de la mitad de los conductos de gas manufacturado en Ciudad de La Habana necesitan de una reposición urgente cuando el promedio de explotación de las redes sobrepasa las ocho décadas y en algunas zonas del centro histórico aún se utilizan los conductos de la primera red soterrada para el alumbrado público construida en 1845, así explicó el exprofesor de ingeniería Félix Bonne Carcases.
Teniendo en consideracion que los niveles de dióxide de nitrógeno en la capital cubana son seis veces y medio superiores a los del resto del país y la mortalidad por enfermedades de las vías respiratorias es del 500 por ciento, por lo que el Dr. Arnoldo de la Cruz insiste en las secuelas de la contaminación para el medio ambiente y la salud humana, generada entre otros por los escapes de gas.
Según cifras de la empresa de gas manufacturado citadas por la prensa oficialista en el 2012 se perdieron aproximadamente ocho millones de metros cúbicos de ese combustible.