Con la solicitud de auto revocación que llevó adelante sobre la licencia extrapenal a ella concedida en su condición de prisionera política y de conciencia y única mujer miembro del grupo de 75 arrestados en 2003 en el marco de la Primavera Negra de Cuba, la líder opositora Marta Beatriz Roque Cabello, acaba de sentar un precedente para Cuba y quizás para el mundo.
Luego de recibir amenazas contra su vida, acosos, hostigamientos y un cerco que sus allegados calificaron como implacable, Marta Beatriz Roque Cabello, única mujer miembro del Grupo de los 75 y una veterana en las lides políticas opositoras, pidió a las autoridades militares de la Isla la revocación de la licencia extrapenal que le fuera concedida, luego de ser sancionada a una larga pena de prisión en el marco de la Primavera Negra de 2003, cuyo décimo aniversario se recordó el pasado día 18 de marzo. Esta revocación traía aparejado el regreso a una institución carcelaria donde extinguiría el resto de la pena impuesta en 2003.
Según declaró a PD la Sra. Roque Cabello, el viernes 15 de marzo, fue recibida en la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Zanja y Dragones por un mayor de este cuerpo. Este oficial le manifestó que toda la documentación que presentó estaba en regla, pero para dar curso a una actuación en la forma que demanda, se hacía necesario un documento del tribunal, de la Sala de Delitos Contra la Seguridad del Estado, que confirme la conformidad de este tribunal con la revocación. Roque Cabello argumentó que quien deseaba revocar era ella y que para eso no necesitaba la conformidad de tribunal.
Interrogada por PD, sobre las causas para una decisión tan drástica, Marta Beatriz Roque expresó que lleva cinco meses tratando de mudarse de vivienda, algo que dicho en términos muy locales y muy cubanos, es intentar lograr una permuta. Luego de largos meses de espera por autorizaciones y otros trámites burocráticos y casi logrados la permuta o mudada, un arquitecto de la Dirección de Vivienda por medio de una resolución de esta entidad (Vivienda) le comunicó que no procedía la mudada y que tendría que regresar o desbaratar los cambios hechos en su anterior vivienda. Estos "cambios" fueron hechos dentro de su anterior vivienda, con vistas a incrementar la calidad de vida en la misma. No fueron cambios arquitectónicos estructurales, solo lo mínimo. Esto es decir, el cambio de una pieza de baño por otra más moderna, etc.
Esto la obligaría a regresar a su anterior vivienda que además de ser un espacio pequeño, incómodo y sin confort alguno resulta peligroso. Allí fue amenazada de muerte por vecinos que simpatizan con el régimen militar y que han hecho patente su hostilidad en no pocas ocasiones.
Marta Beatriz Roque presentó su revocación en el enclave policial ya descrito, pero junto a ella estaban quince y más activistas, que se aprestaron a correr su suerte y que la acompañaron en un pequeño parque ubicado frente al enclave policial de Zanja. Entre los activistas que acompañaron a Marta se contaron Yadira Rodríguez Bombino y su esposo, ambos de la Red de Comunicadores y el economista independiente, ex preso político y miembro del Grupo de los 75 Arnaldo Ramos Lauzarique, entre otros.
Marta Beatriz Roque afirmó que la dejaron en la calle porque dejó bien claro que no regresaría al lugar en que fue amenazada y su vida puesta en peligro.
Es una constante que quienes no se hayan distinguido en el servicio del régimen militar o hayan recibido por determinadas vías directas o indirectas, una vivienda confortable, un automóvil, etc., arrastren una existencia azarosa y miserable. En el caso de los que plantan cara y hacen oposición o cualquier otra modalidad de disensión, la situación empeora.
Según manifestaron algunos entre los activistas que la acompañaron, la vida de Marta corría serio peligro si regresaba a su anterior residencia. Entonces su decisión de revocar la licencia extra penal estuvo fundada en que al menos dentro de la prisión, el gobierno militar de Raúl Castro se haría responsable de la vida de la líder opositora.
-No se le puede poner fácil a esta gente que te asesinen- dijo uno de los activistas que la acompañaba. El lunes 18 de marzo en la noche. Como una alegoría a la Primavera Negra de 2003, frente a la unidad policial de Zanja y Dragones Marta Beatriz Roque y el grupo solidario que se le unió aguardaron con estoicismo la decisión del gobierno militar, ese gobierno que se dice de cambios, reformas y hoy encabeza Raúl Castro.
El miércoles 20 de marzo un general del Ministerio del Interior, adscripto a la policía Seguridad del Estado, que se identificó como tal y dijo ser "Mario", así a secas, comunicó a la Sra. Roque Cabello que la decisión de la Dirección De Vivienda fue desestimada y que podría regresar a su casa. Tanto ella, como los solidarios activistas que la acompañaron a lo largo de esta ordalía, sentaron un precedente inolvidable. Se puede plantar frente al despotismo sin ilustración del régimen militar. Afortunadamente, si se puede.
Publicado en Primavera Digital el 22 de marzo del 2013
Luego de recibir amenazas contra su vida, acosos, hostigamientos y un cerco que sus allegados calificaron como implacable, Marta Beatriz Roque Cabello, única mujer miembro del Grupo de los 75 y una veterana en las lides políticas opositoras, pidió a las autoridades militares de la Isla la revocación de la licencia extrapenal que le fuera concedida, luego de ser sancionada a una larga pena de prisión en el marco de la Primavera Negra de 2003, cuyo décimo aniversario se recordó el pasado día 18 de marzo. Esta revocación traía aparejado el regreso a una institución carcelaria donde extinguiría el resto de la pena impuesta en 2003.
Según declaró a PD la Sra. Roque Cabello, el viernes 15 de marzo, fue recibida en la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Zanja y Dragones por un mayor de este cuerpo. Este oficial le manifestó que toda la documentación que presentó estaba en regla, pero para dar curso a una actuación en la forma que demanda, se hacía necesario un documento del tribunal, de la Sala de Delitos Contra la Seguridad del Estado, que confirme la conformidad de este tribunal con la revocación. Roque Cabello argumentó que quien deseaba revocar era ella y que para eso no necesitaba la conformidad de tribunal.
Interrogada por PD, sobre las causas para una decisión tan drástica, Marta Beatriz Roque expresó que lleva cinco meses tratando de mudarse de vivienda, algo que dicho en términos muy locales y muy cubanos, es intentar lograr una permuta. Luego de largos meses de espera por autorizaciones y otros trámites burocráticos y casi logrados la permuta o mudada, un arquitecto de la Dirección de Vivienda por medio de una resolución de esta entidad (Vivienda) le comunicó que no procedía la mudada y que tendría que regresar o desbaratar los cambios hechos en su anterior vivienda. Estos "cambios" fueron hechos dentro de su anterior vivienda, con vistas a incrementar la calidad de vida en la misma. No fueron cambios arquitectónicos estructurales, solo lo mínimo. Esto es decir, el cambio de una pieza de baño por otra más moderna, etc.
Esto la obligaría a regresar a su anterior vivienda que además de ser un espacio pequeño, incómodo y sin confort alguno resulta peligroso. Allí fue amenazada de muerte por vecinos que simpatizan con el régimen militar y que han hecho patente su hostilidad en no pocas ocasiones.
Marta Beatriz Roque presentó su revocación en el enclave policial ya descrito, pero junto a ella estaban quince y más activistas, que se aprestaron a correr su suerte y que la acompañaron en un pequeño parque ubicado frente al enclave policial de Zanja. Entre los activistas que acompañaron a Marta se contaron Yadira Rodríguez Bombino y su esposo, ambos de la Red de Comunicadores y el economista independiente, ex preso político y miembro del Grupo de los 75 Arnaldo Ramos Lauzarique, entre otros.
Marta Beatriz Roque afirmó que la dejaron en la calle porque dejó bien claro que no regresaría al lugar en que fue amenazada y su vida puesta en peligro.
Es una constante que quienes no se hayan distinguido en el servicio del régimen militar o hayan recibido por determinadas vías directas o indirectas, una vivienda confortable, un automóvil, etc., arrastren una existencia azarosa y miserable. En el caso de los que plantan cara y hacen oposición o cualquier otra modalidad de disensión, la situación empeora.
Según manifestaron algunos entre los activistas que la acompañaron, la vida de Marta corría serio peligro si regresaba a su anterior residencia. Entonces su decisión de revocar la licencia extra penal estuvo fundada en que al menos dentro de la prisión, el gobierno militar de Raúl Castro se haría responsable de la vida de la líder opositora.
-No se le puede poner fácil a esta gente que te asesinen- dijo uno de los activistas que la acompañaba. El lunes 18 de marzo en la noche. Como una alegoría a la Primavera Negra de 2003, frente a la unidad policial de Zanja y Dragones Marta Beatriz Roque y el grupo solidario que se le unió aguardaron con estoicismo la decisión del gobierno militar, ese gobierno que se dice de cambios, reformas y hoy encabeza Raúl Castro.
El miércoles 20 de marzo un general del Ministerio del Interior, adscripto a la policía Seguridad del Estado, que se identificó como tal y dijo ser "Mario", así a secas, comunicó a la Sra. Roque Cabello que la decisión de la Dirección De Vivienda fue desestimada y que podría regresar a su casa. Tanto ella, como los solidarios activistas que la acompañaron a lo largo de esta ordalía, sentaron un precedente inolvidable. Se puede plantar frente al despotismo sin ilustración del régimen militar. Afortunadamente, si se puede.
Publicado en Primavera Digital el 22 de marzo del 2013