Alrededor de 40 activistas de la Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, proseguían este martes la huelga de hambre que iniciaron el pasado día 16 en solidaridad con el encarcelado opositor Luis Enrique Losada Garza y en reclamo de su libertad inmediata, informó a Radio Martí el líder de la agrupación, José Daniel Ferrer,.
Hablando por vía telefónica desde Palmarito de Cauto, provincia Santiago de Cuba , Ferrer precisó que hasta ahora, a nueve de los participantes se les aconsejó por razones de salud retirarse del ayuno y sumarse a otras formas pacíficas de protesta.
Explicó que los que se mantienen, principalmente en Santiago, la cabecera provincial, están bastante deteriorados, y experimentando fuertes dolores de cabeza y en las articulaciones. Sólo están ingiriendo agua.
Losada, uno de 45 activistas de la UNPACU encarcelados o detenidos desde fines de marzo se declaró en huelga de hambre mientras se encontraba en los calabozos de una estación de policía, y luego la ha continuado en la prisión de Boniato, adonde fue trasladado.
El líder de la organización informó asimismo que este lunes un activista en el municipio Mella, Rubilandys Avila, perdió el conocimiento debido a la pérdida de sangre, y fue hospitalizado, después de que él y dos de sus compañeros fueran víctimas de una brutal golpiza por parte de la policía política y sus turbas, así como agentes de la Policía Nacional Revolucionaria.
Ávila fue detenido y "brutalmente golpeado" el lunes, en la terminal de ferrocarril del municipio, junto al también opositor Agustín Ferrer Parra, reportó Ramón Bolaños, dirigente de la UNPACU en la zona.
Según la versión, los disidentes fueron inicialmente recluidos en la unidad de la policía local. Ávila fue trasladado más tarde a un centro médico del municipio, desde el cual se le remitió al Hospital Provincial, debido a su condición.
José Daniel Ferrer ha llamado la atención sobre “el incremento desmedido de la violencia física, ordenada por el Ministerio del Interior del régimen castrista contra pacíficos defensores de los derechos humanos".
El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibañez, se comprometió a mediar en la crisis, según informes de la disidencia interna.
Alrededor de la tercera parte de los 90 nuevos presos políticos reportados en Cuba por organizaciones de derechos humanos --pese a que el gobierno favorece las detenciones “a corto plazo”-- son líderes y miembros de la UNPACU. El grupo disidente ha conseguido una presencia sorprendentemente activa en la zona oriental del país desde su creación, a mediados del 2011.
Hablando por vía telefónica desde Palmarito de Cauto, provincia Santiago de Cuba , Ferrer precisó que hasta ahora, a nueve de los participantes se les aconsejó por razones de salud retirarse del ayuno y sumarse a otras formas pacíficas de protesta.
Explicó que los que se mantienen, principalmente en Santiago, la cabecera provincial, están bastante deteriorados, y experimentando fuertes dolores de cabeza y en las articulaciones. Sólo están ingiriendo agua.
Losada, uno de 45 activistas de la UNPACU encarcelados o detenidos desde fines de marzo se declaró en huelga de hambre mientras se encontraba en los calabozos de una estación de policía, y luego la ha continuado en la prisión de Boniato, adonde fue trasladado.
El líder de la organización informó asimismo que este lunes un activista en el municipio Mella, Rubilandys Avila, perdió el conocimiento debido a la pérdida de sangre, y fue hospitalizado, después de que él y dos de sus compañeros fueran víctimas de una brutal golpiza por parte de la policía política y sus turbas, así como agentes de la Policía Nacional Revolucionaria.
Ávila fue detenido y "brutalmente golpeado" el lunes, en la terminal de ferrocarril del municipio, junto al también opositor Agustín Ferrer Parra, reportó Ramón Bolaños, dirigente de la UNPACU en la zona.
Según la versión, los disidentes fueron inicialmente recluidos en la unidad de la policía local. Ávila fue trasladado más tarde a un centro médico del municipio, desde el cual se le remitió al Hospital Provincial, debido a su condición.
José Daniel Ferrer ha llamado la atención sobre “el incremento desmedido de la violencia física, ordenada por el Ministerio del Interior del régimen castrista contra pacíficos defensores de los derechos humanos".
El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibañez, se comprometió a mediar en la crisis, según informes de la disidencia interna.
Alrededor de la tercera parte de los 90 nuevos presos políticos reportados en Cuba por organizaciones de derechos humanos --pese a que el gobierno favorece las detenciones “a corto plazo”-- son líderes y miembros de la UNPACU. El grupo disidente ha conseguido una presencia sorprendentemente activa en la zona oriental del país desde su creación, a mediados del 2011.