Funcionarios de las Islas Caimán dicen que un creciente número de botes con inmigrantes cubanos están siendo detectados en sus aguas territoriales, en una aparente respuesta a posibles cambios en las leyes de inmigración de Estados Unidos que temen pueda dificultarles el ingreso al país norteamericano.
Muchos cubanos que intentan huir de la isla de Gobierno comunista en dirección a Estados Unidos usando botes artesanales o lanchas rápidas operadas por traficantes han viajado a través de las aguas de las Islas Caimán, un territorio británico situado a menos de 161 kilómetros al sur de Cuba.
La ruta ofrece vientos y corrientes marinas favorables para los inmigrantes cubanos que intentan llegar a Honduras, desde donde realizan la larga travesía por tierra hasta alcanzar la frontera estadounidense con México.
El Gobierno de Islas Caimán no mantiene antecedentes oficiales sobre las embarcaciones cubanas que atraviesan sus aguas, pero el número de inmigrantes de la isla vistos por las autoridades y residentes locales se ha elevado en los últimos meses, dijo Wesley Howel, subdirector de Asuntos Exteriores e Internos.
"Estamos viendo un incremento de los inmigrantes que pasan", sostuvo.
Las autoridades de las Caimán dicen que el número es menor que el aumento experimentado a mediados de la década de 1990, cuando decenas de miles de cubanos huyeron en botes hacia Florida y cientos de refugiados llegaron hasta el territorio británico.
En los últimos 15 meses, casi 100 cubanos han sido repatriados tras arribar a las Islas Caimán, de acuerdo a funcionarios de inmigración.
Wesley Howell, subdirector de la oficina de inmigración de las Islas Caimán, dijo que los cubanos que llegaron a la costa del territorio mencionaron de forma reiterada su creciente preocupación sobre los esfuerzos en el Congreso de Estados Unidos para reformar las leyes migratorias.
La actual ley de Estados Unidos concede la residencia a casi todos los cubanos bajo una controvertida política que permite el ingreso a todos los ciudadanos de la isla que pisen tierra estadounidense, mientras que aquellos que son interceptados en el mar son enviados devuelta a su país.
"Lo que estoy escuchando de los ciudadanos cubanos es (...) que perciben que Estados Unidos podría estar preparándose para revisar su política de inmigración", dijo Wong.
Bajo un acuerdo entre Cuba y las Islas Caimán firmado hace más de una década, los botes con inmigrantes cubanos pueden pasar por las aguas del territorio siempre y cuando no busquen asistencia alguna.
Durante años, las autoridades han sido flexibles y los residentes de las Islas Caimán han ayudado regularmente a los cubanos a reparar sus embarcaciones y les han provisto con combustible, agua y alimentos.
Sin embargo, en el 2005, luego de un elevado flujo de inmigrantes en embarcaciones en mal estado, funcionarios de las Islas Caimán comenzaron a aplicar las restricciones y amenazaron con imponer fuertes multas o incluso con enviarlos a la cárcel.
Muchos cubanos que intentan huir de la isla de Gobierno comunista en dirección a Estados Unidos usando botes artesanales o lanchas rápidas operadas por traficantes han viajado a través de las aguas de las Islas Caimán, un territorio británico situado a menos de 161 kilómetros al sur de Cuba.
La ruta ofrece vientos y corrientes marinas favorables para los inmigrantes cubanos que intentan llegar a Honduras, desde donde realizan la larga travesía por tierra hasta alcanzar la frontera estadounidense con México.
El Gobierno de Islas Caimán no mantiene antecedentes oficiales sobre las embarcaciones cubanas que atraviesan sus aguas, pero el número de inmigrantes de la isla vistos por las autoridades y residentes locales se ha elevado en los últimos meses, dijo Wesley Howel, subdirector de Asuntos Exteriores e Internos.
"Estamos viendo un incremento de los inmigrantes que pasan", sostuvo.
Las autoridades de las Caimán dicen que el número es menor que el aumento experimentado a mediados de la década de 1990, cuando decenas de miles de cubanos huyeron en botes hacia Florida y cientos de refugiados llegaron hasta el territorio británico.
En los últimos 15 meses, casi 100 cubanos han sido repatriados tras arribar a las Islas Caimán, de acuerdo a funcionarios de inmigración.
Wesley Howell, subdirector de la oficina de inmigración de las Islas Caimán, dijo que los cubanos que llegaron a la costa del territorio mencionaron de forma reiterada su creciente preocupación sobre los esfuerzos en el Congreso de Estados Unidos para reformar las leyes migratorias.
La actual ley de Estados Unidos concede la residencia a casi todos los cubanos bajo una controvertida política que permite el ingreso a todos los ciudadanos de la isla que pisen tierra estadounidense, mientras que aquellos que son interceptados en el mar son enviados devuelta a su país.
"Lo que estoy escuchando de los ciudadanos cubanos es (...) que perciben que Estados Unidos podría estar preparándose para revisar su política de inmigración", dijo Wong.
Bajo un acuerdo entre Cuba y las Islas Caimán firmado hace más de una década, los botes con inmigrantes cubanos pueden pasar por las aguas del territorio siempre y cuando no busquen asistencia alguna.
Durante años, las autoridades han sido flexibles y los residentes de las Islas Caimán han ayudado regularmente a los cubanos a reparar sus embarcaciones y les han provisto con combustible, agua y alimentos.
Sin embargo, en el 2005, luego de un elevado flujo de inmigrantes en embarcaciones en mal estado, funcionarios de las Islas Caimán comenzaron a aplicar las restricciones y amenazaron con imponer fuertes multas o incluso con enviarlos a la cárcel.