Pobladores de la región oriental de Cuba afectada recientemente por el huracán Sandy manifestaron su preocupación por el desabastecimiento de productos alimenticios y de materiales de construcción para fortalecer sus viviendas ante el paso de Chantal.
En Caimanera Elexei Miranda al igual que muchos residentes de esa localidad se apresuran a cuidar lo poco que les quedo luego de Sandy y con “tablas viejas y clavos recuperados” intenta reforzar lo que con “tanto sacrificio le ha costado conseguir”.
Con su vivienda afectada parcialmente Miranda explica como un simple colchón de espuma lo están vendiendo por dos mil pesos en moneda nacional equivalente al salario de más de cuatro meses de trabajo de un obrero.
En el poblado Manuel Tames en Guantánamo hace “dos días que no distribuyen el pan normado”, explica Raúl Martínez “porque según el jefe del Consejo no había ni harina ni aceite” para hacerlo. Tampoco han vendido nada “aunque sea caro” para que la “gente pase el temporal”, concluye Martínez.
En Santiago de Cuba el activista pacifico Ramon Bolaños explica la difícil situación en la que se encuentran las familias que aún no se han recuperado del paso del huracán Sandy.
“Siguen los derrumbes, las casas a medio hacer, las colas de las personas en las oficinas de Vivienda y los precios de los materiales no bajan”, agregó. “La única preparación que he visto por aquí es la información que te dan por la televisión”.
Desde el poblado costero de Gibara, Luis Miguel Gómez tiene su hipótesis de por qué el gobierno no ha empezado las labores de evacuación.
“Desde Sandy las autoridades les dijeron a las personas que se evacuaran en las casas de sus familiares o vecinos porque en el pasado metieron a las personas en los centros de trabajo y si el ciclón les afectaba sus viviendas entonces no se querían ir de ahí- dijo Gómez . Esa experiencia no la quieren de nuevo”.
El pasado mes de octubre Sandy dejó cerca de 15 mil derrumbes totales en Cuba y unas 171 mil viviendas afectadas.
Chantal es el tercer fenómeno meteorológico de la actual temporada de huracanes del Atlántico.
En Caimanera Elexei Miranda al igual que muchos residentes de esa localidad se apresuran a cuidar lo poco que les quedo luego de Sandy y con “tablas viejas y clavos recuperados” intenta reforzar lo que con “tanto sacrificio le ha costado conseguir”.
Con su vivienda afectada parcialmente Miranda explica como un simple colchón de espuma lo están vendiendo por dos mil pesos en moneda nacional equivalente al salario de más de cuatro meses de trabajo de un obrero.
En el poblado Manuel Tames en Guantánamo hace “dos días que no distribuyen el pan normado”, explica Raúl Martínez “porque según el jefe del Consejo no había ni harina ni aceite” para hacerlo. Tampoco han vendido nada “aunque sea caro” para que la “gente pase el temporal”, concluye Martínez.
En Santiago de Cuba el activista pacifico Ramon Bolaños explica la difícil situación en la que se encuentran las familias que aún no se han recuperado del paso del huracán Sandy.
“Siguen los derrumbes, las casas a medio hacer, las colas de las personas en las oficinas de Vivienda y los precios de los materiales no bajan”, agregó. “La única preparación que he visto por aquí es la información que te dan por la televisión”.
Desde el poblado costero de Gibara, Luis Miguel Gómez tiene su hipótesis de por qué el gobierno no ha empezado las labores de evacuación.
“Desde Sandy las autoridades les dijeron a las personas que se evacuaran en las casas de sus familiares o vecinos porque en el pasado metieron a las personas en los centros de trabajo y si el ciclón les afectaba sus viviendas entonces no se querían ir de ahí- dijo Gómez . Esa experiencia no la quieren de nuevo”.
El pasado mes de octubre Sandy dejó cerca de 15 mil derrumbes totales en Cuba y unas 171 mil viviendas afectadas.
Chantal es el tercer fenómeno meteorológico de la actual temporada de huracanes del Atlántico.