En otro indicio de que la nueva Zona de Desarrollo Especial (ZDE) de Mariel en Cuba se concentrará en una economía de maquiladoras -- personal barato y calificado produciendo bienes de alto valor agregado— el portal de negocios Cuba Standard anunció que el fabricante brasileño de autobuses Marcopolo podría estar interesado en establecer en esa área una operación de montaje.
Las empresas como Marcopolo "están interesadas en la fuerza laboral cubana ya que tienen experiencia en las líneas de ensamblaje, además de tener conocimientos técnicos", dijo al Boletín Panamá el agregado comercial cubano en la capital istmeña, Yanni Solano, quien confirmó la noticia.
El director de la agencia brasileña de promoción del comercio, Apex, había revelado el año pasado que Marcopolo quería abrir una fábrica en Cuba. Según el funcionario, ejecutivos de la compañía brasileña se reunieron a fines del 2012 con personeros de la estatal Caisa, su potencial socio cubano en una empresa mixta.
Marcopolo tiene operaciones de montaje en México y Colombia; su rival doméstico, Busscar, ha estado ensamblando microbuses en Cuba desde la década de los 90.
Según Cuba Standard ésta es la segunda mención de una empresa brasileña interesada en operar en la ZDE del Mariel. La primera fue Fanavid S.A., de São Paulo, una cristalería que espera abrir una planta de producción para abastecer de vidrios arquitectónicos a Cuba ,Brasil y la región del Caribe, según precisó el año pasado un portavoz del Itamaraty (cancillería).
Mariel, situado 30 kilómetros al este de La Habana, es objeto de una expansión valorada en 950 millones de dólares que lo convertiría en uno de los mayores puertos de contenedores del Caribe, con capacidad para hasta un millón de esos portadores, y que se prevé sustituirá las operaciones de carga en el puerto de La Habana. Será operado por la Autoridad Portuaria de Singapur, PSA International.
Junto a la terminal de contenedores se construye la Zona de Desarrollo Integral del Mariel (ZDIM ). Esta se contempla en el plan de zonas de desarrollo especial (ZDE) de Cuba, que permitirían a las empresas beneficiarse de menos burocracia, procedimientos aduaneros simplificados y una mano de obra local altamente calificada.
Cuba Standard señala que las ZDE son parte de un esfuerzo del gobierno de la isla para convencer a los inversores extranjeros de producir en Cuba bienes y servicios de alto valor agregado para la exportación. La empresa creada a esos efectos, ZDIM S.A., es operada por una subsidiaria de GAESA, el holding de las Fuerzas Armadas cubanas .
Agrega el portal que para establecer las zonas de libre comercio, Cuba aún tiene que cambiar su ley de inversión extranjera. El Gobierno de Brasil anunció el año pasado que estaba ayudando a La Habana en la creación de un marco jurídico para las zonas especiales de desarrollo, pero las nuevas regulaciones no han sido publicadas todavía.
"Tenemos mucho interés en cooperar en la definición de este modelo, con el fin de insertar el mayor número posible de empresas brasileñas", adelantó el ministro de Comercio Exterior de Brasil, Fernando Pimentel, mientras visitaba los sitios de construcción.
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) está financiando el 85 por ciento del proyecto del puerto, incluida la ZDE, mientras que Cuba aporta el 15 por ciento restante, según fuentes oficiales en Brasilia.
A cargo de la ejecución de las obras está el gigante brasileño de la construcción Grupo Odebrecht, mientras que prácticamente todos los suministros y servicios para el proyecto son provistos por empresas brasileñas.
Se espera que el primer segmento del nuevo puerto del Mariel esté terminado para diciembre próximo, aunque no estará operando plenamente hasta 2014.
Las empresas como Marcopolo "están interesadas en la fuerza laboral cubana ya que tienen experiencia en las líneas de ensamblaje, además de tener conocimientos técnicos", dijo al Boletín Panamá el agregado comercial cubano en la capital istmeña, Yanni Solano, quien confirmó la noticia.
El director de la agencia brasileña de promoción del comercio, Apex, había revelado el año pasado que Marcopolo quería abrir una fábrica en Cuba. Según el funcionario, ejecutivos de la compañía brasileña se reunieron a fines del 2012 con personeros de la estatal Caisa, su potencial socio cubano en una empresa mixta.
Marcopolo tiene operaciones de montaje en México y Colombia; su rival doméstico, Busscar, ha estado ensamblando microbuses en Cuba desde la década de los 90.
Según Cuba Standard ésta es la segunda mención de una empresa brasileña interesada en operar en la ZDE del Mariel. La primera fue Fanavid S.A., de São Paulo, una cristalería que espera abrir una planta de producción para abastecer de vidrios arquitectónicos a Cuba ,Brasil y la región del Caribe, según precisó el año pasado un portavoz del Itamaraty (cancillería).
Mariel, situado 30 kilómetros al este de La Habana, es objeto de una expansión valorada en 950 millones de dólares que lo convertiría en uno de los mayores puertos de contenedores del Caribe, con capacidad para hasta un millón de esos portadores, y que se prevé sustituirá las operaciones de carga en el puerto de La Habana. Será operado por la Autoridad Portuaria de Singapur, PSA International.
Junto a la terminal de contenedores se construye la Zona de Desarrollo Integral del Mariel (ZDIM ). Esta se contempla en el plan de zonas de desarrollo especial (ZDE) de Cuba, que permitirían a las empresas beneficiarse de menos burocracia, procedimientos aduaneros simplificados y una mano de obra local altamente calificada.
Cuba Standard señala que las ZDE son parte de un esfuerzo del gobierno de la isla para convencer a los inversores extranjeros de producir en Cuba bienes y servicios de alto valor agregado para la exportación. La empresa creada a esos efectos, ZDIM S.A., es operada por una subsidiaria de GAESA, el holding de las Fuerzas Armadas cubanas .
Agrega el portal que para establecer las zonas de libre comercio, Cuba aún tiene que cambiar su ley de inversión extranjera. El Gobierno de Brasil anunció el año pasado que estaba ayudando a La Habana en la creación de un marco jurídico para las zonas especiales de desarrollo, pero las nuevas regulaciones no han sido publicadas todavía.
"Tenemos mucho interés en cooperar en la definición de este modelo, con el fin de insertar el mayor número posible de empresas brasileñas", adelantó el ministro de Comercio Exterior de Brasil, Fernando Pimentel, mientras visitaba los sitios de construcción.
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) está financiando el 85 por ciento del proyecto del puerto, incluida la ZDE, mientras que Cuba aporta el 15 por ciento restante, según fuentes oficiales en Brasilia.
A cargo de la ejecución de las obras está el gigante brasileño de la construcción Grupo Odebrecht, mientras que prácticamente todos los suministros y servicios para el proyecto son provistos por empresas brasileñas.
Se espera que el primer segmento del nuevo puerto del Mariel esté terminado para diciembre próximo, aunque no estará operando plenamente hasta 2014.