Un balsero cubano que se dirigía a Honduras murió al tirarse al mar, según relataron varios de sus compañeros de infortunio, en un reporte del diario La Prensa y que recoge el testimonio de cómo 33 personas más intentaron escapara de cuba.
El desaparecido fue identificado como Roberto, y fue confirmado por varios de los sobrevivientes que llegaron el martes 8 de Julio a la localidad de Bajamar, en Puerto Cortés.
“Algunos nos tiramos al agua para intentar rescatarlo, pero perdimos a nuestro amigo. No lo volveremos a ver y nos duele en el alma decirles a sus familiares lo que sucedió”, expresó Crespo, uno de los entrevistados por el rotativo hondureño.
Según la versión que ofrecieron, los balseros se prepararon durante seis meses y recolectaron 15 mil pesos cada uno para fabricar la rústica embarcación, de la que al final vieron arruinados el motor y el GPS, lo que se tradujo en navegar a la deriva, desde su salida de las costas de manzanillo, en la oriental provincia de Granma.
Niurka Rebiña Revilla ofreció uno de los más sobrecogedores testimonios. Tiene cinco semanas de gestación y dijo que a pesar de su estado de embarazo decidió salir de su país porque ya no soportaba la difícil situación económica.
“Mi esposo trabajaba como cantante y a duras penas le pagaban. Tenemos un hijo de ocho años y alimentarlo se nos complicaba. No queríamos que nuestro nuevo pequeño pasara la misma calamidad”, señaló.
Revilla contó con voz entrecortada y aún angustiada por el agotador viaje que nunca se imaginó la pesadilla que viviría. “Pensé que moriríamos todos. Lo que más me dolía era perder a mi bebé y no volver a ver a mi hijo que se quedó en Cuba”.
La familia Revilla aseguró que quieren quedarse en Honduras y aunque saben que el país no es un paraíso por la inseguridad y la falta de empleo, manifestaron que cualquier lugar es mejor que Cuba.