Luego de una temporada para el olvido, los Bravos de Atlanta quieren recuperar su protagonismo en la división Este de la Liga Nacional.
Afectados por lesiones de sus estelares Ronald Acuña Jr. Y Austin Riley, los dos principales motores ofensivos del equipo, los Bravos terminaron en cuarto lugar de su grupo, con récord negativo de 76-86.
Por lo pronto, han comenzado por reforzar su bullpen y luego de conseguir traer de vuelta a su cerrador de las últimas cuatro campañas, el cubano Raisel Iglesias, a quien firmaron por un año y 16 millones de dólares, añadieron al venezolano Robert Suárez, quien salvó 76 juegos entre 2024 y 2025 con los Padres de San Diego.
El contrato de Suárez es por tres temporadas y 45 millones.
Atlanta se llevó a dos de los tres mejores relevistas disponibles en el mercado y ahora tendrá la mejor dupla posible para los últimos dos innings del juego.
El manager Walt Weiss, quien se estrenará en el cargo en el 2026, no demoró en responder la pregunta lógica que generó la presencia de Iglesias, de 35 años, y de Suárez, de 34, en el mismo róster.
Raisel será el cerrador y Robert se encargará del octavo inning, según le aseguraron fuentes del equipo al colega Ken Rosenthal, de The Athletic. Caso cerrado.
Iglesias tiene una carrera más ilustre que el venezolano, con 11 campañas en las que acumula 253 rescates, pero la longitud de los nuevos contratos de ambos convierte a Suárez en el potencial cerrador para 2027 y 2028.
“Tuve muchas conversaciones con otros equipos, pero al final, seguí escuchando muchas cosas buenas sobre este vestuario de los Bravos, este equipo, esta organización, la forma en que tratan a sus jugadores y la ciudad de Atlanta. Esta fue la decisión correcta para mí, y no podría estar más feliz. Mi familia tampoco podría estar más contenta”, relató el recién llegado, tras el anuncio de su contratación.
“Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario”, dijo Suárez. “Solo quiero ayudar al equipo a ganar de cualquier manera. Así que estoy feliz de hacer lo que el equipo necesite”, añadió el venezolano, al referirse a su nueva función.
Además, su presencia es una suerte de seguro de vida para el manager Weiss, ante cualquier eventualidad, para cerrar los partidos, como ocurrió en el 2025, cuando Iglesias tuvo un inicio de temporada accidentado, al fallar en el comando de sus pitcheos.
En abril, su efectividad fue de 6.30 y en mayo de 6.10, cuando incluso, perdió temporalmente el puesto de cerrador, tras desperdiciar tres oportunidades de rescate.
Pero en junio se reencontró con sí mismo y lanzó para 3.86. En julio siguió dando señales de mejoría, mientras que tuvo un cierre espectacular en los dos últimos meses de la campaña.
En agosto trabajó para minúscula efectividad de 0.69 y en septiembre estuvo totalmente imbateable, con promedio de 0.00.
El viejo Raisel Iglesias estaba de vuelta y la gerencia de Atlanta lo recompensó con un pacto para el 2026.
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