La construcción de refugios para "protegerse de los ataques del enemigo" fue, a finales de la década del 80, la palabra de orden en todos los municipios de Cuba. Sin embargo, en la actualidad lo que queda de ese proyecto son pequeñas madrigueras bajo tierra donde se acumulan aguas putrefactas, desperdicios de todo tipo y, en ocasiones, sirven a la gente para satisfacer los apuros fisiológicos.
A Fidel Castro se le ocurrió que Cuba podía ser blanco de ataques aéreos de Estados Unidos y de inmediato las Fuerzas Armadas dirigidas por su hermano Raúl lo secundaron en la idea de prepararse para "la guerra de todo el pueblo".
Comenzó la movilización nacional para construir refugios en cada escuela, hospital, centro de trabajo y otros lugares importantes.
"En mi caso como director de una escuela militar tuve que enviar a los alumnos a trabajar en los refugios, pero en la parte civil también se movilizaron personas de todos los centros de trabajo para enviarlos a las labores", dijo a martinoticias Raúl Luis Risco, residente en Pinar del Río, que en la década del 90 impartía clases en la Escuela Nacional del MININT en la capital.
Ninguno de los refugios que se iniciaron en esa etapa se terminaron y lo peor fue el gasto de cemento y materiales de construcción en un proyecto que buscaba defenderse de un enemigo que nunca llegó, concluyó Risco.
La reportera Maritza Concepción, de la Red Cubana de Comunicadores, publicó las imágenes de un refugio que está en la calle Vía Blanca entre 3ra. y 4ta. Reparto Chivás, del municipio de Guanabacoa en La Habana cuya entrada está al lado del Almacén No. 18 de la UEB (Unidad Eléctrica Básica) de Occidente.
"Permanece lleno de agua estancada y el lugar se ha convertido en un foco de mosquitos que en ocasiones la gente lo usa como baño público", advirtió la reportera.
Los refugios devenidos en basureros y huecos pestilentes están en cada pueblo de Cuba, dice José Ramón Borges residente en Cabaiguán.
En la escuela primaria que está en la calle Agramonte y República hay uno pero como no tiene tapa la gente tira para ahí "excrementos de caballos, de cerdos y desechos de las casas".
Los otros refugios que se iniciaron en otras regiones del poblado de Cabaiguán están en iguales condiciones, pero el caso más llamativo fue el que se empezó a construir por debajo del Paseo que está en la céntrica avenida Camilo Cienfuegos.
"Allí las brigadas de trabajo avanzaron unos 200 metros y luego detuvieron la construcción que al parecer no fue bien hecha porque comenzó a derrumbarse por algunas partes. Para remediar el problema le pusieron en la parte de arriba del lugar por donde debían ir las entradas al refugio unas planchas metálicas de tapas", dijo.
"El comité militar, el poder popular y los Comités de Defensa de la Revolución son los encargados de darle mantenimiento a esos lugares pero la realidad es que hace más de 10 años a ninguna de esas instituciones les interesa el destino de los refugios", lamentó Borges quien conoce que hace unos años un señor se cayó por uno de esos huecos y perdió la vida.
Yeider Fuentes de 31 años de edad y residente en Caimanera, Guantánamo, recuerda que era un niño cuando llegó la orden de construir los refugios. "Nos decían que era para un simulacro y que debíamos prepararnos por si venía el enemigo a bombardear".
Fuentes dijo que en Caimanera los túneles que se comenzaron a hacer por diferentes partes de la ciudad "lo único que tienen dentro es agua podrida y larvas de mosquito".