El Dr. Félix Báez, el médico cubano que contrajo el ébola, se contagió mientras atendía a pacientes en Sierra Leona, y no recuerda haber cometido ningún error de procedimiento que resultara en la infección, informa la agencia Reuters que cita al director del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) de La Habana, Jorge Pérez Ávila.
Los médicos y enfermeras que combaten la epidemia usan trajes protectores PPE (Personal Protective Equipment), que cubren el cuerpo completo, durante el tratamiento de los pacientes de ébola. Los procedimientos para retirarlos son estrictos.
El traje consta de nueve piezas, de la cabeza a los pies: gorro quirúrgigo, anteojos, máscara médica, respirador, ropa quirúrgica, sobretodo, delantal, guantes dobles y botas.
Los cubanos fueron entrenados para su misión por expertos de la OMS durante tres semanas en instalaciones habilitadas en el IPK, y otros 15 días tras llegar a África occidental.
Según Pérez Ávila, el Dr. Báez se mantiene con fiebre de 37 grados después de que los médicos cubanos y británicos que lo atienden consiguieran bajarle la temperatura de 39 administrándole duralgina (dipirona). El dirigente médico aseguró que fuera de haber perdido un poco el apetito, el galeno resiste bien la enfermedad y se mantiene en condición estable.
El director del IPK dijo haber revisado los informes médicos sobre el profesional infectado y haber hablado con los jefes de la brigada médica cubana en Sierra Leona.
La parte del contingente médico cubano que ya está activo en Sierra Leona trabaja en su mayoría en la Unidad de Tratamiento de Ébola de Kerry Town, terminada hace apenas 15 días por el ejército británico y en cuya instalación de 20 camas para los trabajadores de salud debió ser ingresado Báez, de 43 años.
La Organización Mundial de la Salud decidió trasladar al galeno cubano enfermo a un hospital en Ginebra, Suiza, donde se espera su llegada este jueves a bordo de un avión de una compañía estadounidense.