La razón para el aplazamiento de latercera ronda de negociación entre Cuba y la Unión Europea sería un desacuerdo sobre un evento cultural de la embajada Lituana en Washington D.C. para celebrar los valores democráticos con prominentes miembros de la comunidad cubanoamericana.
“Es solo un pretexto más, como los miles de pretextos que han puesto para boicotear las conversaciones cuando algún actor comienza a hurgar en el tema de los derechos humanos”, dijo el fotógrafo y activistas cubano Orlando Luis Pardo Lazo, invitado a unir sus obras a las del fotógrafo lituano Marius Jovaisa en ese evento.
Además del personal de la embajada e invitados de organizaciones no gubernamentales, la celebración reunió en la noche del 7 de mayo a los senadores cubanoamericanos Lincoln Diaz-Balart y Robert Menendez y la congresista Ileana Ros-Lehtinen.
“Los congresistas cubanoamericanos son como si fueran el demonio para el gobierno cubano”, dijo el intelectual cubano.
Pardo Lazo comentó que el evento tuvo un carácter privado y los discursos que allí se dieron, de carácter informal, giraron sobre el deseo de los presentes de una Cuba democrática en el futuro cercano.
“Las fotos de Mario no tenían ningún carácter político, ni ningún carácter de denuncia, ni nada por el estilo”, dijo Pardo Lazo, quien calificó las imágenes como “muy bucólicas, muy hermosas. No es una Cuba devastada, es una Cuba edénica”.
El consulado de Cuba y la embajada de Lituania en Washington se encuentran la una al lado de la otra, una cercanía que permitió que desde las ventanas del edificio cubano, el personal diplomático se asomara a ver el evento de sus vecinos y tomara fotografías.
“Después me dijeron que había habido una nota diplomática de protesta porque era una provocación al tema cubano”, dijo Pardo Lazo.
El evento cultural por el aniversario 90 de la presencia de la embajada lituana en Washington D.C., fue presentado en colaboración el Instituto La Rosa Blanca, una organización enfocada en la defensa de los derechos humanos.
Pardo Lazo destacó el apoyo de Lituania, país miembro de la Unión Europea, a la sociedad civil en Cuba desde hace varios años, una relación que tiene su origen en la historia de esa nación, ex miembro de la desaparecida Unión Soviética.