Mientras los residentes en torno al nuevo parque beisbolero de los Miami Marlins se quejan de que el estadio les ha absorbido sus espacios de parqueo, un exmarlin, el veterano de 37 años Liván Hernández, encontró súbito estacionamiento… en los vestidores de los Bravos de Atlanta.
Los acontecimientos transcurrieron a toda velocidad, porque los Astros liberaron a Liván el viernes por la mañana y horas después el serpentinero cubano estaba en el clubhouse de los Bravos. Frank Wren, general manager de Atlanta, aprovechó la oportunidad para sumar al criollo al staff de su equipo, en el cual actuará como relevista largo y eventual abridor.
“Es muy bueno llegar a un club que tiene gran chance de ir a los play off y después a la Serie Mundial”, declaró Liván. Su ingreso a los Bravos no perjudica a Randall Delgado ni a Julio Teherán, quienes compiten allí por la quinta plaza de abridor, pues él fue alertado de que solo iniciará partidos si sustituye a un lesionado o cuando un calendario muy comprometido lo haga necesario.
Ahora los Bravos podrán emplear a Cristhian Martínez como relevista intermedio, y no con muchos innings de trabajo. Martínez y Kris Medlen tendrían roles de uno o dos innings, reforzando así a la dupla de apagafuegos formada por Jonny Venters y Eric O'Flaherty.
“Su brazo (de Liván) es fuerte, siempre está dispuesto a lanzar. Es un competidor valiente, defiende el box con su guante, vigila a los corredores y empuña bien el bate. Hace tantas cosas bien que no dudamos en firmarlo”, aseguró Frank Wren.
Pero vaya paradoja, muchos fanáticos de Atlanta recordarán a Liván como el muchacho de 22 años que ponchó a a 15 toleteros de los Bravos al ganar con Marlins en 1997 el quinto juego por el banderín de la Liga Nacional.
Según un redactor de MLB, 15 años y casi 3 000 innings de trabajo después, Liván podría convertirse en un soporte del Atlanta. Ya el veterano –récord de 1-2 con 5.63 ERA en 16 innings durante la actual Liga de la Toronja-- recibió una oferta de los Bravos en el invierno, pero incursionó primero con los Astros porque no perdía la esperanza de alcanzar otra temporada como iniciador.
El año pasado el cubano registró 8-13 con 4.47 ERA en 29 aperturas con los Nacionales de Washington. En su carrera archiva 174-176 y 4.39 ERA.
Y vean si Liván se enfrenta a un nuevo reto que en su palmarés de 475 salidas al diamante solo registra un juego como relevista, el 24 de septiembre de 1996, cuando lanzó tres ceros frente a… Bravos de Atlanta.
Así, el veterano está dispuesto a sumar nuevas páginas exitosas en la historia de los peloteros cubanos; en las antípodas aparece un compatriota suyo, el novato de 26 años Yoenis Céspedes, jardinero central de Atléticos de Oakland, quien bateó un doble y un jonrón en dos partidos frente a Seattle, al inaugural hace unos días en el Tokyo Dome la temporada 2012.
Céspedes cayó en las redes de los Atléticos cuando muchos pensaban que se integraría a los Marlins. Pero un contrato más lucrativo, y tal vez espacios de parqueo más numerosos le hicieron inclinarse por la ciudad de Oakland.
Los acontecimientos transcurrieron a toda velocidad, porque los Astros liberaron a Liván el viernes por la mañana y horas después el serpentinero cubano estaba en el clubhouse de los Bravos. Frank Wren, general manager de Atlanta, aprovechó la oportunidad para sumar al criollo al staff de su equipo, en el cual actuará como relevista largo y eventual abridor.
“Es muy bueno llegar a un club que tiene gran chance de ir a los play off y después a la Serie Mundial”, declaró Liván. Su ingreso a los Bravos no perjudica a Randall Delgado ni a Julio Teherán, quienes compiten allí por la quinta plaza de abridor, pues él fue alertado de que solo iniciará partidos si sustituye a un lesionado o cuando un calendario muy comprometido lo haga necesario.
Ahora los Bravos podrán emplear a Cristhian Martínez como relevista intermedio, y no con muchos innings de trabajo. Martínez y Kris Medlen tendrían roles de uno o dos innings, reforzando así a la dupla de apagafuegos formada por Jonny Venters y Eric O'Flaherty.
“Su brazo (de Liván) es fuerte, siempre está dispuesto a lanzar. Es un competidor valiente, defiende el box con su guante, vigila a los corredores y empuña bien el bate. Hace tantas cosas bien que no dudamos en firmarlo”, aseguró Frank Wren.
Pero vaya paradoja, muchos fanáticos de Atlanta recordarán a Liván como el muchacho de 22 años que ponchó a a 15 toleteros de los Bravos al ganar con Marlins en 1997 el quinto juego por el banderín de la Liga Nacional.
Según un redactor de MLB, 15 años y casi 3 000 innings de trabajo después, Liván podría convertirse en un soporte del Atlanta. Ya el veterano –récord de 1-2 con 5.63 ERA en 16 innings durante la actual Liga de la Toronja-- recibió una oferta de los Bravos en el invierno, pero incursionó primero con los Astros porque no perdía la esperanza de alcanzar otra temporada como iniciador.
El año pasado el cubano registró 8-13 con 4.47 ERA en 29 aperturas con los Nacionales de Washington. En su carrera archiva 174-176 y 4.39 ERA.
Y vean si Liván se enfrenta a un nuevo reto que en su palmarés de 475 salidas al diamante solo registra un juego como relevista, el 24 de septiembre de 1996, cuando lanzó tres ceros frente a… Bravos de Atlanta.
Así, el veterano está dispuesto a sumar nuevas páginas exitosas en la historia de los peloteros cubanos; en las antípodas aparece un compatriota suyo, el novato de 26 años Yoenis Céspedes, jardinero central de Atléticos de Oakland, quien bateó un doble y un jonrón en dos partidos frente a Seattle, al inaugural hace unos días en el Tokyo Dome la temporada 2012.
Céspedes cayó en las redes de los Atléticos cuando muchos pensaban que se integraría a los Marlins. Pero un contrato más lucrativo, y tal vez espacios de parqueo más numerosos le hicieron inclinarse por la ciudad de Oakland.