La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) entregó a Cuba ocho millones de dólares entre 2016 y 2022, sin que hasta el momento se hayan visto resultados de esa inversión.
La cifra aparece recogida en el informe financiero de FIFA, que detalla los esfuerzos de la institución por fomentar el fútbol a nivel mundial durante los últimos seis años.
Según el documento, la oficialista Federación Cubana de Fútbol (FCF) destinó 900 mil de esos ocho millones a pagar a sus directivos y funcionarios.
Esa cifra equivale al 11.25 por ciento del monto total del dinero que FIFA entregó a Cuba, un país donde la FCF está subordinada al Estado y los salarios se perciben en moneda nacional, no en dólares.
Asimismo, detalla el documento que 2.5 millones se dedicaron a los equipos masculinos y 500 mil a los femeninos.
También se emplearon supuestamente 1.6 millones en la reparación de infraestructura futbolera, un millón para la organización de competencias, 400 mil a la compra de equipos e implementos para la práctica del deporte y otros tantos al entrenamiento.
El informe asegura en que, con ese dinero, se acometió la reparación integral de dos estadios y una cancha en el país, que incluyó la instalación de césped sintético en el parque Antonio Maceo, en Santiago de Cuba, a un costo de 600 mil dólares.
La publicación del reporte desató gran polémica entre los aficionados al deporte, que denuncian la desproporción entre la inversión millonaria de FIFA y los casi inexistentes resultados futbolísticos logrados por el país en los últimos seis años.
Mientras la isla sigue produciendo jugadores de béisbol que brillan en las Grandes Ligas y los principales circuitos profesionales, Cuba es un terreno árido para el fútbol, sin frutos que mostrar, por lo que, tanto aficionados, como periodistas, cuestionan si el dinero pudo haber sido desviado a otras actividades ajenas al balompié.
“El régimen de Cuba se ha tragado varias veces el dinero de la FIFA”, denunció en la red social X el periodista Ariel Maceo Téllez, quien califica de burla la inversión.
“El estadio Pedro Marrero recibió capital para su remodelación, y sigue igualito. Cuba se salta las fechas FIFA cada vez que quiere. Ellos detestan que el fútbol cubano crezca”, dijo Maceo, refiriéndose a las autoridades que rigen el deporte antillano.
“¿Cómo es posible entonces que no tengamos un estadio con alumbrado y tengamos que jugar partidos de local en un tercer país? ¿Cómo es posible que los jugadores no puedan cambiar los uniformes porque estos tienen que ser reutilizados?”, preguntó, por su parte, Alexander Ramírez Tápanes, columnista del sitio independiente OnCuba.
Desde hace varios años, la popularidad del balompié ha crecido en la Mayor de Las Antillas, debido a la transmisión por la televisión nacional de las mejores ligas profesionales del mundo, en detrimento del béisbol, deporte nacional venido a menos por la baja calidad de los torneos nacionales, las persistentes derrotas a nivel internacional, y la ausencia absoluta de juegos de MLB en las pantallas cubanas.
Sin embargo, esa pasión futbolística que vive la isla es en gran medida artificial, pues mientras los fanáticos se rasgan las vestiduras por Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, por el Barcelona o el Real Madrid, desconocen en su mayoría los nombres de los integrantes de la selección cubana, ni están al tanto del desarrollo de torneos domésticos.
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