Al cumplirse el primer mes tras el paso del huracán Ian por el occidente cubano, residentes de las zonas afectadas denunciaron a Radio Televisión Martí
que la prioridad del gobierno son los objetivos económicos, mientras que la población sigue a la espera de materiales de construcción para reparar sus viviendas.
Según cifras oficiales publicadas por el gobierno, todavía en la provincia de Pinar del Río permanecen unas 106 mil viviendas afectadas, entre las que hay 10 mil que sufrieron derrumbes totales.
En la ciudad capital de esa provincia, Julio César Góngora, señala que la vivienda de su hermana sufrió un derrumbe total, y no ha aparecido ningún recurso que alivie su situación.
“Me toca de cerca, porque mi hermana perdió su casa. Hay personas durmiendo en portales y otras que no tienen qué comer. En el municipio de Pinar del Río hay residentes que aún no tienen electricidad ni agua, después de un mes”, explicó el activista.
En el poblado de La Coloma, las autoridades terminaron la reconstrucción del Combinado Pesquero, dedicado a la exportación de mariscos, advierte José Rolando Cásares, quien perdió el techo de su casa en la ciudad de Pinar del Río.
“Ya el combinado fue totalmente reparado, con una mano de obra bien barata, que son las brigadas de presos. Incluso, allí se vio un camión cargado con planchas de zinc, una donación de Venezuela. Pero, como tal, a las personas no se les ha entregado nada... Tengo la planilla de los daños del techo de mi casa, valorado en 200 mil pesos, más de mil dólares. No tengo ese dinero para pagar los materiales, que tampoco están disponibles”, detalló el opositor.
Desde la comunidad de Campo, en San Juan y Martínez, Yamili Valdés, quien perdió completamente el techo de su vivienda, dijo que nada ha cambiado.
“Hasta este momento no me han dado nada. Estoy igual que el primer día. Hace tres días que nos pusieron la corriente. Yo necesito todo el techo; necesito cemento, planchas de zinc o fibra, lo que den. Estoy viviendo en un cuadradito muy chiquito y tengo todos mis muebles bajo el sol, y los dos colchones se echaron a perder con la humedad. Todo hay que pagarlo, nada de donación. Hay lugares que tienen agua y otros no. En este caso, las personas tienen que comprar la pipa por la izquierda”, señaló Valdés.
En la cooperativa Hermanos Saiz, también en San Juan y Martínez, siguen los problemas con la distribución de la ayuda a los damnificados, comentó el campesino Osmani Poveda Hernández.
“Trajeron unos colchones por donación y en mi circunscripción vendieron tres colchonetas para los casos críticos. Nosotros no alcanzamos. La alimentación es pésima; hace cuatro días dieron una latica de carne rusa por núcleo, una falta de respeto”, destacó el campesino.
Mientras, en Los Palacios, el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal, afirma que la mayoría de las personas “están todavía en las mismas", mientras que las autoridades están priorizando el sector tabacalero.
"Ya reparan las casas de tabaco para garantizar la campaña”, para eso sí hay recursos, concluyó Ajete Abascal.
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