El portal Café Fuerte informa, basándose en una entrevista exclusiva con Dilamar Castro, la Delegada policial que investiga el caso del doctor cubano Luis Enrique Madruga, que ya suman seis las denuncias de gestantes brasileñas que acusan al médico cubano de abusos sexuales durante las consultas prenatales.
Castro dijo a José Alberto Gutiérrez, colaborador del portal con sede en Miami, que después de la denuncia inicial se han sumado otras tres, y que Madruga deberá ser inculpado formalmente la próxima semana por el delito de “violación sexual mediante fraude”.
Además de haber sido preventivamente separado de su puesto en el programa Más Médicos del gobierno de Dilma Rouseff, se le ha prohibido salir de Brasil.
El médico general es uno de los 18 profesionales cubanos asignados por el programa a Luziânia, estado Goias. Once mil 400 galenos cubanos participan en el proyecto.
La agencia Brasil informó hace unas dos semanas que Madruga, acompañado por un funcionario del Consulado de Cuba, un representante del Ministerio de Salud y su abogado, acudió a prestar declaración el pasado 21 de mayo en la Delegación para la Mujer de la localidad
Según la delegada, se mostró nervioso, irritado, y atribuyó a las malas condiciones del consultorio la "mala interpretación” de las pacientes sobre su conducta.
"Afirmó que las camillas no son las adecuadas, que faltan sábanas para cubrir a las pacientes y exámenes para confirmar problemas como el flujo vaginal, por lo que tenía que demorar el examen a fin de dar una mejor opinión", dijo Castro.
Ella advierte que se necesita un análisis cuidadoso de su testimonio, pero dijo haber visto "muy grandes incongruencias y discrepancias entre lo que dice el médico y lo que las víctimas afirmaron en sus testimonios". Entre ellas, Café Fuerte apunta que una inspección del lugar desmiente lo de la falta de recursos.
El mismo día de la declaración de Madruga se presentó una cuarta mujer con su esposo a denunciarlo. La víctima tiene 30 años, es madre de tres hijos, y abandonó la consulta prenatal –está esperando su próximo vástago-- tras increpar al médico por la forma en que le estaba practicando el examen. También ella, según la doctora Castro, considera que hubo malicia en la manipulación de su cuerpo.
Para la delegada el nuevo testimonio fue una sorpresa. "Esta novedad me obliga a representar al Poder Judicial y solicitar la retención del pasaporte (de Madruga)", informó al diario Estadão. A través de una abogada, Tatiana Meirelles, el galeno dijo que no quería hacer comentarios sobre las acusaciones. "No nos está permitido hablar", explicó la abogada.
Una de las mujeres que denunciaron al médico dijo que cuando ella cuestionó la demora en el examen de tacto vaginal, el cubano le dijo: "relájate y hazte la idea de que estás en la playa". La cuarta en dar el paso dijo que no había hecho la denuncia antes "por miedo de cometer una injusticia. Sin embargo, al enterarse de las semejanzas con las quejas de las otras tres mujeres embarazadas, también decidió formalizarla.
Uno de los detalles que esta mujer relató se refiere a preguntas sobre la intimidad sexual de la paciente, aun cuando se trataba de una consulta pediátrica neonatal y no un chequeo de ginecología y obstetricia, donde ella ya no era su paciente.
"Según la testigo el doctor le dijo que su marido debía de estar loco para subirse encima de ella después que ella le explicó que estaba evitando mantener relaciones sexuales para tratar de resguardar a la criatura".
Las leyes brasileñas prevén para el delito comprobado de “violación sexual mediante fraude” una sanción de dos a seis años de privación de libertad.
Castro dijo a José Alberto Gutiérrez, colaborador del portal con sede en Miami, que después de la denuncia inicial se han sumado otras tres, y que Madruga deberá ser inculpado formalmente la próxima semana por el delito de “violación sexual mediante fraude”.
Además de haber sido preventivamente separado de su puesto en el programa Más Médicos del gobierno de Dilma Rouseff, se le ha prohibido salir de Brasil.
El médico general es uno de los 18 profesionales cubanos asignados por el programa a Luziânia, estado Goias. Once mil 400 galenos cubanos participan en el proyecto.
La agencia Brasil informó hace unas dos semanas que Madruga, acompañado por un funcionario del Consulado de Cuba, un representante del Ministerio de Salud y su abogado, acudió a prestar declaración el pasado 21 de mayo en la Delegación para la Mujer de la localidad
Según la delegada, se mostró nervioso, irritado, y atribuyó a las malas condiciones del consultorio la "mala interpretación” de las pacientes sobre su conducta.
"Afirmó que las camillas no son las adecuadas, que faltan sábanas para cubrir a las pacientes y exámenes para confirmar problemas como el flujo vaginal, por lo que tenía que demorar el examen a fin de dar una mejor opinión", dijo Castro.
Ella advierte que se necesita un análisis cuidadoso de su testimonio, pero dijo haber visto "muy grandes incongruencias y discrepancias entre lo que dice el médico y lo que las víctimas afirmaron en sus testimonios". Entre ellas, Café Fuerte apunta que una inspección del lugar desmiente lo de la falta de recursos.
El mismo día de la declaración de Madruga se presentó una cuarta mujer con su esposo a denunciarlo. La víctima tiene 30 años, es madre de tres hijos, y abandonó la consulta prenatal –está esperando su próximo vástago-- tras increpar al médico por la forma en que le estaba practicando el examen. También ella, según la doctora Castro, considera que hubo malicia en la manipulación de su cuerpo.
Para la delegada el nuevo testimonio fue una sorpresa. "Esta novedad me obliga a representar al Poder Judicial y solicitar la retención del pasaporte (de Madruga)", informó al diario Estadão. A través de una abogada, Tatiana Meirelles, el galeno dijo que no quería hacer comentarios sobre las acusaciones. "No nos está permitido hablar", explicó la abogada.
Una de las mujeres que denunciaron al médico dijo que cuando ella cuestionó la demora en el examen de tacto vaginal, el cubano le dijo: "relájate y hazte la idea de que estás en la playa". La cuarta en dar el paso dijo que no había hecho la denuncia antes "por miedo de cometer una injusticia. Sin embargo, al enterarse de las semejanzas con las quejas de las otras tres mujeres embarazadas, también decidió formalizarla.
Uno de los detalles que esta mujer relató se refiere a preguntas sobre la intimidad sexual de la paciente, aun cuando se trataba de una consulta pediátrica neonatal y no un chequeo de ginecología y obstetricia, donde ella ya no era su paciente.
"Según la testigo el doctor le dijo que su marido debía de estar loco para subirse encima de ella después que ella le explicó que estaba evitando mantener relaciones sexuales para tratar de resguardar a la criatura".
Las leyes brasileñas prevén para el delito comprobado de “violación sexual mediante fraude” una sanción de dos a seis años de privación de libertad.
