El aeropuerto de Hong Kong canceló todos sus vuelos el lunes, en medio de acusaciones de las autoridades contra los manifestantes por la disrupción generada en una de las terminales con más tránsito del mundo, en una dramática escalada de las protestas antigubernamentales en el centro financiero asiático.
Por su parte, un funcionario chino advirtió desde Pekín sobre la aparición de señales de "terrorismo".
La Policía Armada Popular de China también se concentró en la ciudad vecina de Shenzhen para realizar ejercicios, publicó el diario con respaldo estatal Global Times.
Ambos acontecimientos elevaron la tensión, tras un fin de semana de escaramuzas entre la policía y los activistas, en las que ambas partes parecieron aumentar su resolución con nuevas tácticas.
Algunos de los 5.000 activistas que ocupaban la sala de llegadas del aeropuerto por cuarto día consecutivo acudieron a la zona de salida y provocaron disrupciones, dijo la policía de Hong Kong en una conferencia de prensa, aunque declinó precisar si actuarán para desalojar a los manifestantes.
"Las operaciones en el Aeropuerto Internacional de Hong Kong se han visto seriamente interrumpidas (...) todos los vuelos han sido cancelados", dijo la autoridad aeroportuaria de la ciudad en un comunicado. "Se aconseja a todos los pasajeros que abandonen los edificios de la terminal lo antes posible".
Las cada vez más violentas protestas han sumido al territorio en una de sus crisis más graves en décadas, presentando uno de los mayores desafíos populares al líder chino Xi Jinping desde que llegó al poder en 2012.
"Los manifestantes en Hong Kong han recurrido con frecuencia a herramientas extremadamente peligrosas para atacar a la policía en los últimos días, cometiendo graves delitos con brotes emergentes de terrorismo", dijo el portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang.
"Hong Kong ha llegado a un punto crítico. Todos los que están preocupados por el futuro de Hong Kong deben rechazar con firmeza a todos los comportamientos violentos, decir no a toda la gente violenta", agregó.
Los manifestantes reclaman la renuncia de la jefa del gobierno local Carrie Lam, cercana a Pekín. Y exigen que quien la suceda sea electo por sufragio universal directo, y no designado por el gobierno chino, como ocurre en la actualidad.
Las manifestaciones tienen lugar en abierto desafío a la policía, que había autorizado una concentración pero no una marcha.
"Si no salimos enviaríamos al gobierno y la policía el mensaje de que les tenemos miedo- Salimos y les decimos 'lo que han hecho no sirve para nada, sólo provocará que más personas salgan a protestar contra ustedes" dijo una de las activistas a AFP.
Hong Kong vive su mayor crisis política desde que fue cedida por Londres a Pekín en 1997. Las manifestaciones casi diarias degeneran cada vez más en enfrentamientos entre grupos radicales y la policía.
Las autoridades hongkonesas han recibido un respaldo total del gobierno chino, que durante la semana redobló sus amenazas a los manifestantes.
[Con información de Reuters y AFP]