LA HABANA, Cuba.- La Federación Cubana de Béisbol (FCB) acaba de dar a conocer la lista de 50 jugadores que integran la preselección de la isla con vistas al IV Clásico Mundial, a celebrarse en varias ciudades de Asia y América a partir del venidero 6 de marzo de 2017.
La nómina la integran cinco receptores, quince jugadores de cuadro, seis jardineros y veinticuatro lanzadores.
La nota de la FCB, de la cual se hace eco el periódico Juventud Rebelde (“La receta de la casa”, edición del 7 de diciembre), aclara que la selección definitiva de 28 peloteros se hará considerando el rendimiento integral de los jugadores en la actual Serie Nacional, pero que además “se tendrán en cuenta otros aspectos como disciplina, patriotismo y entrega, tanto dentro como fuera del terreno”.
Por supuesto que ese “patriotismo” que ahora esgrimen los dirigentes del béisbol cubano se refiere a llevar peloteros de probada adhesión al régimen, que no abandonen el equipo en plena competencia para quedarse en el exterior, y después prueben fortuna en otras ligas internacionales.
Los aficionados que han seguido durante años el béisbol en la Cuba castrista saben que siempre se tuvo en cuenta el elemento político a la hora de escoger a un pelotero para salir a un evento internacional. Por ejemplo, en los años 60 y 70 uno de los mejores pitchers del país era el reglano Manolo Hurtado, el cual casi nunca fue escogido para integrar el equipo Cuba. Al final el destacado lanzador abandonó la isla en 1980.
Sin embargo, nunca antes se había declarado de manera explícita el requisito de lealtad al gobierno. Mas, han sido tantas las “deserciones” de los últimos tiempos, que los mandamases de la pelota cubana no saben qué hacer para detener semejante fuga de talentos. Total, la realidad ha demostrado que aquellos que piensan “desertar” lo callan hasta el último momento. Hacen válido el apotegma martiano de que “en silencio ha tenido que ser”.
En la lista de preseleccionados sobresalen las ausencias, entre otros, de los lanzadores industrialistas Frank Montieth y Noelvis Entenza, así como el jardinero Stayler Hernández, también de la capital, todos de destacada actuación en la actual Serie Nacional.
La desconfianza de las autoridades se manifiesta a pesar de que el equipo cubano jugará el Clásico en el grupo B, con sede en el estadio Tokyo Dome, de la capital japonesa. Imaginamos cuál sería el temor del castrismo si Cuba hubiese sido ubicada en el grupo C, que competirá en el Marlins Park, de Miami. En ese caso, quizás la FCB habría declinado la participación debido a “la falta de seguridad para los peloteros cubanos”.
En cuanto a las posibilidades competitivas del equipo que a la postre presente Cuba, existe consenso en el sentido de que sus aspiraciones son limitadas. Casi todo lo que valía y brillaba últimamente en la isla se ha ido al exterior. Son los casos, entre otros, de Rusney Castillo, José Adolis García, Héctor Mendoza, Luis Robert Moyrán, los hermanos Gourriel…
Con un equipo debilitado, Cuba pudiera caer ante Australia y Japón en el referido grupo B, y así no pasar de la ronda preliminar.
(Publicado originalmente en Cubanet el 09/12 /2016)