El famoso artista plástico chino Ai Weiwei recuperó su pasaporte hoy, luego de cuatro años desprovisto del documento. La foto fue publicada inmediatamente en su perfil de Instagram aunque el rostro del creador contestatario no se vio muy alegre.
Weiwei fue suspendido de viajar y le retiraron el pasaporte en el aeropuerto de Pekín hace cuatro años, luego de ser acusado de evasión fiscal, algo que él siempre ha negado y que ha relacionado con la persecución política que existe en su contra.
Famoso en el mundo entero por sus instalaciones conceptuales de gran formato, especialmente las de sus bicicletas chinas, el artista se ha enfrentado al régimen desde hace años. Es uno de los mejores cotizados en círculos de las artes visuales y podría haber fijado residencia en cualquier ciudad del mundo, pero su reto personal ha sido siempre permanecer en su país.
Al recibir el pasaporte, y preguntado por la prensa sobre qué pensaba hacer, dijo que talvez visite a su hijo en Berlín y allí mismo se haría un chequeo médico.
El diario español ABC confirma que una de las exposiciones próximas del artista sería en Málaga, Andalucía, al finalizar este verano. Recientemente, fue La Virreina de Barcelona la que celebró la última muestra de este autor en España, el pasado otoño, sin presencia del artista.
Ai Weiwei expuso en Cuba su instalación "Forever Bicycle", en mayo del 2012. Toda una ironía para los cubanos que, a fuerza de no tener otra cosa con qué trasportarse, se movieron sobre dos ruedas durante el llamado "Periodo Especial", cuando mucha gente enfermó a causa de la grave crisis económica que azotó al país en la década de los 90.
Un paralelismo que en el día de hoy la prensa recoge es la misma situación que vive Tania Bruguera, artista plástica de La Habana. A ella se le retiró el pasaporte por razones políticas y meses después se le devolvió, pero Bruguera exige garantías para poder regresar a la isla.
Todavía contra Bruguera pesan acusaciones por querer organizar su performance, contestatario y conceptual, "El susurro de Tatlín", a finales del año pasado en la Plaza de la Revolución. La obra fue censurada y retirado, entonces, el pasaporte de la creadora.