El alcalde de DeBary, en el condado de Volusia (Florida), Clint Johnson, quien viajará a Cuba, podría regresar a Estados Unidos en balsa, para tener la experiencia de cientos de miles de exiliados cubanos que han salido de la isla de esa forma, comenta este martes The West Volusia Beacon.
"Cuando llegué a Key West, y me paré en la boya en el extremo sur que dice '90 millas a Cuba', me hizo pensar", dijo. "Eso no es muy lejos, pero se siente como si fuera tan lejos, debido al embargo".
Con la reciente mejora de las relaciones EEUU-Cuba, Johnson decidió que él y su equipo tenían razón para hacer el viaje.
Declaró que le encanta la aventura y que le gustaría experimentar lo que pasan los cubanos que cruzan el estrecho de la Florida en embarcaciones improvisadas.
A los cubanos que llegan a territorio de Estados Unidos generalmente se les permite permanecer en el país y obtener estatus de residencia permanente, en virtud de la normativa "de pies secos/pies mojados".
Aunque todavía existe un embargo de Estados Unidos a Cuba, ambos países restablecieron las relaciones en 2015, pero Johnson dice que las restricciones son anacrónicas.
"Es ridículo", dijo. "Puedo viajar a un país que está mucho más devastado por la guerra y de manera más ofensiva para nuestra cultura y nuestro modo de vida, pero no puedo bajar a 90 millas al sur y visitar un país que está cerca de Gran Caimán o las Bahamas".
Autoridades contactadas por la prensa dijeron que no apoyan el viaje de regreso previsto por Johnson. Pero él dijo que le corroboraron que es perfectamente legal.
El viaje de regreso del alcalde está siendo patrocinado por la compañía Habana Sol, la cual permitirá que su trayectoria sea monitoreada y vista a través de internet.
Se estima que el viaje desde Cuba podría tardar desde aproximadamente 24 horas hasta tres o cuatro días.
Él todavía no está seguro de cómo va a dirigir la balsa.