El joven germano-iraní que el viernes disparó y mató a nueve personas y luego se suicidó en Munich había recibido atención psiquiátrica y con toda probabilidad se trata de un pistolero solitario sin vínculos con Estado Islámico, dijo la policía.
El joven de 18 años provocó el cierre de la capital bávara tras abrir fuego cerca de un concurrido centro comercial.
Llevaba otras 300 balas en la mochila cuando fue hallado muerto por herida de bala, dijo el sábado Robert Heimberger, presidente de la oficina de crimen de Baviera.
Tras registrar la policía la habitación del atacante, el jefe de policía de Munich, Hubertus Andrae, descartó rotundamente que las muertes tuviesen un vínculo islamista.
"En base a los registros, no hay indicios de ningún tipo de una conexión con el Estado islámico".
Las investigaciones tampoco han dado motivos para pensar que el atacante actuase con terceros, dijo Andrae, añadiendo que el asesino nació y se crió en la zona de Munich y que había recibido atención psiquiátrica durante un tiempo.
La canciller Angela Merkel se reunió con sus principales asesores de seguridad para valorar el ataque del viernes, el tercero contra población civil en Europa occidental en sólo ocho días. Su gabinete dijo que habría un comunicado oficial a las 1230 GMT.