El incendio en tanques de combustible en la zona industrial de Matanzas que se inició el viernes ha impactado el medioambiente en zonas próximas al siniestro, pero también en las provincias Mayabeque y La Habana, hacia donde se ha dirigido la nube de humo tóxico.
Precisamente, la lluvia caída en la noche del lunes en la localidad habanera de Guanabo ha dejado manchas en paredes de viviendas, pero también un fuerte olor, según dijo a Radio Martí la activista María Elena Mir Marrero, quien allí reside.
“Llovió aquí y el olor que se sentía era como un olor a azufre, a metal, a gas y, bueno, ya cuando terminó de llover, que yo me asomé. Nunca esperé encontrarme esto, de verdad, las paredes de las casas así, como si fuera petróleo corriéndole”, describió la activista habanera.
Conversamos del tema con el ambientalista cubano Alejandro Perdomo.
“Es perceptible, cuando miramos al cielo, ver la carga contaminante que hay sobre La Habana, a pesar de estar un poco alejados del lugar del hecho, y eso, como que preocupa a la gente", señaló.
"Históricamente, se conoce sobre la carga contaminante que tienen la quema, los accidentes, incidentes y demás problemas que puedan ocasionar la explotación de combustibles fósiles”, dijo Perdomo.
El ecologista recordó que Cuba no es firmante del primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe.
“Cuba es uno de los países de la región que no fue firmante del acuerdo de Escazu, del que, uno de sus puntos, es dar información respecto a todo lo que son temas ambientales”, indicó Perdomo.
Autoridades de salud de la provincia Matanzas daban a conocer el lunes una serie de medidas a la población para enfrentar la compleja situación derivada del incendio.
En conversación con Radio Martí, el médico opositor Alexander Figueredo, exiliado en Estados Unidos, ofreció algunas recomendaciones, tales como “el uso de nasobuco en zonas abiertas y evitar exponerse a la lluvia en las zonas donde hay esta concentración de humo”.
Respecto a las afectaciones inmediatas a la salud, y las que también podrían aparecer con el tiempo en quienes residen en zonas impactadas por los gases tóxicos, el médico opositor Eduardo Cardet mencionó las enfermedades respiratorias y de la piel.
"Está por ver, todo el mundo se tiene que cuidar. No sólo incluye la parte donde se ve esa gigantesca nube negra, porque eso se extiende mucho más allá”, explicó el galeno.
Por su parte, la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, Elba Rosa Pérez Montoya, dijo el lunes a la prensa estatal tener todas las evidencias de que hay una afectación natural importante por la contaminación causada por el incendio.
La funcionaria explicó que se trabaja con el Instituto de Meteorología (INSMET) y expertos de Matanzas para "controlar cada uno de los lugares más vulnerables" de la provincia, así como los de Mayabeque y de La Habana.
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