El intercambio de presos entre Estados Unidos y Cuba en diciembre pasado y la liberación de más de 50 reclusos políticos cubanos "despertaron la esperanza de que se produjera un cambio significativo en materia de derechos humanos" en la isla, dice Amnistía Internacional (AI) en su informe anual "El estado de los Derechos Humanos en el mundo".
El texto, publicado hoy en Londres encuadra estas medidas "dentro de los esfuerzos de ambos países por reanudar y normalizar sus relaciones diplomáticas", rotas desde hace más de medio siglo.
El informe de AI, citado por la agencia Infolatam/EFE, denuncia que durante el año pasado se registró en Cuba "un aumento considerable" de las detenciones de corta duración, táctica para acallar la disidencia, al tiempo que continuaron los procesamientos penales por motivos políticos, con un "sistema judicial bajo un firme control, lo que socavaba gravemente el derecho a un juicio justo".
AI recoge los datos de un informe de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional que señala que el pasado año hubo "8.899 detenciones breves de motivación política, lo que suponía un aumento de más del 27% respecto a 2013".
Las integrantes de la organización de la sociedad civil Damas de Blanco "sufrían un hostigamiento constante" y, según la citada organización, "1.810 de sus integrantes habían sido arrestadas durante 2013".
AI recuerda que decenas de detractores del Gobierno fueron sometidos a reclusión arbitraria o presiones para que no viajaran a La Habana durante la segunda cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, los días 28 y 29 de enero.
La represión de la libertad de expresión, asociación y reunión continuó practicándose en la isla, señala AI.
El Gobierno "continuó ejerciendo control sobre todos los medios de comunicación y siguió siendo difícil acceder a información en internet a causa de las limitaciones técnicas y la restricción de contenidos", dice AI.
Las enmiendas a la Ley Migratoria que entraron en vigor en enero de 2013 "facilitaron a los ciudadanos cubanos viajar al extranjero y, aunque también se permitió hacer este tipo de viajes, sin ponerles trabas, a personas críticas con el Gobierno, se tuvo noticia de que, a su regreso a Cuba, les confiscaron documentos y otros materiales", señala AI.
El Gobierno no respondió a la solicitud para visitar Cuba enviada en octubre de 2013 por el relator especial de la ONU sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, ni a la enviada en marzo de 2014 por el relator especial sobre la cuestión de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
Las autoridades cubanas no permiten el acceso de Amnistía Internacional al país desde 1990, señala el documento.