La página digital Politico Magazine publica este jueves un artículo de James Bruno, escritor y exdiplomático de Estados Unidos, sobre la oposición de los republicanos de origen o ascendencia cubana, como los senadores Marco Rubio y Ted Cruz, al anuncio del presidente Obama para sacar a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo.
Marco Rubio ha condenado la iniciativa del presidente Obama sobre Cuba por considerarla una "concesión a la tiranía". Al adoptar una postura de línea dura, Rubio, de 43 años, está fuera de sincronía con su generación de cubanoamericanos. "Una encuesta de 2014 por la Universidad Internacional de la Florida en Miami mostró que el 78% de los jóvenes de 33 a 44 años de edad estaba a favor del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, mientras que el 45% se pronunció por el levantamiento del embargo.
En respuesta a tales resultados, Rubio comentó: "No me importa si las encuestas indican que el 99% de la gente apoya la normalización de las relaciones con Cuba... Esta es mi posición y me siento apasionadamente conforme con ella".
La publicación comenta que, por su parte, Ted Cruz se hizo eco de la denuncia de Rubio sobre la decisión de Obama.
Rubio ha dicho que tratará de bloquear el nombramiento de un embajador de Estados Unidos a Cuba y la financiación de una nueva embajada, a pesar de que ni él ni Cruz han presentado un plan de acción para hacer frente a un acercamiento de la Casa Blanca con La Habana.
La oposición a la normalización, sin embargo, sigue siendo fuerte entre muchos cubanos del exilio. Los tres senadores y los cuatro miembros de la Cámara de Representantes cubanoamericanos están absolutamente opuestos al acercamiento.
Esta oposición llega a las filas de los cubanoamericanos que ocupan cargos electos a nivel estatal. Las legislaturas de los estados de Nueva Jersey y Florida aprobaron recientemente resoluciones simbólicas contra la normalización. Pero, fuera del ámbito político, los jugadores clave de la comunidad empresarial de Estados Unidos con un interés en Cuba están entrando en la alineación hacia la normalización.
La agroindustria estadounidense ya está presionando por un mayor acceso a los mercados cubanos. En enero de este año, más de 30 empresas y asociaciones de comercio agrícola, que van desde el conglomerado multinacional Cargill a los Dairy Farmers of America, formaron la Coalición Agrícola de Cuba, dedicada al cese inmediato del embargo comercial.
La Fundación Nacional Cubano Americana fue la fuerza poderosa de la política hacia Cuba por muchos años. Su fundador, el fallecido Jorge Mas Canosa, era considerado el principal arquitecto detrás de la política de Estados Unidos hacia Cuba que culminó en la Ley de 1996 Helms-Burton, que amplió el alcance del embargo de incluir a las empresas de propiedad extranjera que realizaban negociados con Cuba. Pero la posición de línea dura de la Fundación se ha suavizado. Su actual presidente, José Pepe Hernández, un veterano de Bahía de Cochinos, ha declarado: "Damos la bienvenida a la apertura de negociaciones con el Gobierno cubano".
Los 600.000 cubanos que han llegado a Estados Unidos desde 1995, dijo, "quieren construir puentes". Sin embargo, sostuvo que apoyaría el levantamiento de las medidas económicas contra el Gobierno cubano si se logra antes un compromiso del mismo con el respeto integral a los Derechos Humanos.