En total desamparo se encuentran muchos ancianos en Cuba, según testimonios recogidos en La Habana por el activista Carlos Milanés.
Es el caso de Carlos Avilés Martínez, quien contó su historia a Martí Noticias desde la capital cubana: “Fui miembro de Medicina legal y criminalística, estuve en una Universidad de Medicina 25 años, me fui de la Universidad y no pedí derecho ninguno. Vivo en la calle en estos momentos. Como hasta de los tanques de basura”.
Otro de los entrevistados, quien se identificó como Víctor Mariño Correoso y dijo ser médico de profesión, aseguró que no recibe una chequera como pensionado, y que vive de la caridad de las personas, mientras el gobierno está ajeno a la situación de ciudadanos como él.
Según datos publicados en octubre por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), el grado de envejecimiento en Cuba es del 22,3% del total de la población, un dato preocupante que convierte al país en uno de los más envejecidos de América Latina y el Caribe.
La bancarización, un proceso para digitalizar el cobro de pensiones, ha generado dificultades para los ancianos que no están familiarizados con la tecnología, además de limitaciones en la disponibilidad de efectivo en los cajeros automáticos, según han denunciado Martí Noticias residentes en la isla.
Dunia Medina es una activista que reside en la barriada habanera de Santo Suarez, en el municipio Diez de Octubre. Desde allí, aseguró que en la zona hay ancianos mendigando en las calles porque su pensión es poca, y el precio de los productos básicos es prohibitivo ante la inflación que se vive en el país.
“Le voy a decir, yo he ido caminando y me han dicho, se me han parado personas delante, así, ancianitos, y me han dicho, 'tiene un pedazo de pan que me dé'. Y en la basura, registrando, abriendo jaba por jaba, separando lo que es comida para ellos comérselo”.
Un artículo del portal Cubadebate indica que el 21.3% de la población cubana tiene 60 años y más, mientras que la proyección demográfica apunta a que para 2030 podría llegar hasta un 30%, a lo que se adiciona el aumento de la migración externa y un crecimiento poblacional que no cubre el reemplazo. Según la publicación, el 17.4% de las personas adultas mayores viven solas y el 6.5% de este grupo tienen necesidades especiales.
En su conversación con Martí Noticias, Medina se preguntaba: ¿Qué van a comer estas personas?, refiriéndose a los ancianos, mientras explicaba que hace dos meses que no entra pollo por la libreta, y que en la calle el pollo puede encontrarse hasta en 12 mil pesos cubanos. Sin embargo, lamentaba que mientras en las Mipymes había pollo, no había en la canasta básica para los ancianos.
Referente a las dietas médicas, la activista afirmó que hace más de un año que no entra el pollo, ni la leche, para personas de la tercera edad que padecen de enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes.
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