El anuncio sin muchos detalles en la prensa oficial cubana de que se ha iniciado un proceso para eliminar gradualmente la doble moneda que rige en el país desde 1993 ha ocasionado más incertidumbre que satisfacción entre aquellos que se acostumbraron en los últimos 20 años a sacar, antes que la billetera, cuentas dobles.
De la nota oficial se infiere que será un proceso gradual, que comenzará a aplicarse en el sector empresarial en una primera etapa y que al final será el CUP la única moneda de circulación en la isla. Pero no mucho más.
“No se dan detalles de cómo se hará, ni plazos. Es como para decirnos que se está haciendo algo con este problema”, dijo a la agencia Inter Press Service (IPS) un contador que no quiso ser identificado.
Omara, una jubilada de 73 años, explicó a IPS que con los dólares que que le envían sus tres hijos desde el extranjero redondea su pensión de 240 pesos (unos 10 dólares).
“Lo que yo necesito es que el dinero, sea el que sea, represente más, porque si se mantiene la misma tasa cambiaria de hasta ahora, me quedo igual. Siempre tendré que cambiar los dólares por la moneda nacional, y los precios en las tiendas cada vez suben más”, agregó.
Otra entrevistada, Silvia Medina, no tiene otro ingreso que su pensión equivalente también a 10 dólares. “Si la unificación monetaria significa que los pesos de mi chequera aumentarán su valor de compra, bienvenida sea y que la hagan pronto”, le dijo a IPS.
Medina, a diferencia de Omara, “no puede completar sus necesidades básicas comprando productos en las tiendas que venden con CUC”, señala la autora del reportaje, Patricia Grogg.
Yusnaby, un bloguero y tuitero que suele ver con escepticismo los cambios en Cuba bajo Raúl Castro, dice en su bitácora que ve a la gente excitada con el anuncio, y se hace varias preguntas sobre un sistema monetario que algunos observadores califican de esquizofrénico:
“¿Van a subir los salarios?”
“¿Qué pasará cuando un recién graduado cobre 225 pesos cubanos mensuales y la confección del pasaporte le cueste 2500 pesos (11 salarios completos) ?”
“¿Un kilo de leche en polvo ¿dejará de costar el 71% de la pensión íntegra de mi abuela?”.
“¿Qué harán? ¿Multiplicar los precios de las tiendas por 25? ¿Eso no se podía haber hecho hace 15 años? Justo ahí entra en pánico toda una población que se pregunta: ¿Qué pasará?”
Yusnabi también se cuestiona si la unificación monetaria ayudará a resolver una discriminación basada en la actual dualidad:
“Hoy en día hay muchos servicios en Cuba que se cobran en moneda convertible y que el cubano de a pie no tiene permitida la contratación (televisión por cable, internet para domicilios…). La justificación para impedirle a un cubano contratar ese tipo de servicios es que se cobra en una ‘moneda diferente’ a la que sólo los extranjeros tienen acceso. ¿Qué pasará cuando por primera vez el gobierno de Cuba brinde servicios de telecomunicaciones en pesos cubanos? ¿Seguirán estas prohibiciones?”.
DESDE AFUERA
Las olas de incertidumbre causadas por la información genérica aparecida en Granma el martes 22 han llegado a otras orillas. En Ecuador, país donde numerosos isleños hacen compras para enviar a sus familiares o para abastecer el segmento privado del mercado interno, Pedro, Aníbal y Juan, tres cubanos que llegaron la noche del martes, se enteraron en el aeropuerto de Quito.
“No sabemos los parámetros del cambio, si quedamos con los pesos o con los ‘chavitos’ (CUC). Cuando sepamos eso, veremos si alcanza para vivir o no”, dijo Pedro al diario quiteño La Hora, mientras que Juan confesó que el anuncio lo deja lleno de incertidumbre. “El problema”, añadió Aníbal, “es que con los pesos (CUP) no alcanza para nada, porque en Cuba la mayoría de los productos se compran solo con CUC”.
Rosa y Nubia estaban en un servicio de envío de paquetes del norte de Quito analizando las repercusiones en los envíos de dinero, que tienen que hacer cuando algún pariente o amigo viaja a la isla, pues no existen convenios entre las empresas de giros de ambos países. “Ahora lo que no sabemos es si el dinero que mandemos tendrá cambio de peso o chavito”, dijo Nubia, quien tiene en la isla a su madre y un hijo de 17 años que no pudo llevarse consigo.
APUNTES DE EXPERTOS
Una de las incógnitas que deja en el aire Granma son los plazos del proceso de unificación. La agencia EFE señala que podría durar hasta dos años si se tiene en cuenta que el tope fijado para la implantación del plan de reformas económicas de Raúl Castro es 2015.
“Los lineamientos (como se conoce en Cuba el plan de reformas) tienen una fecha de cumplimiento y pienso que el plazo debe estar cercano a esa fecha”, indicó a Efe Juan Triana, especialista del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC).
Según la agencia española, uno de los riesgos que planean sobre este proceso es la inflación, que se espera pase a ser una variable importante en un país donde hasta ahora apenas se tenía en cuenta.
Efe cita a Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS), de la Universidad de Miami (UM), quien advirtió que la medida puede disparar la inflación y provocar una “dislocación” económica con perjuicio para la población.
Richard Feinberg, profesor de la Universidad de California y analista del Instituto Brookings en Washington D.C., destacó a France Presse las ventajas de la medida para el gobierno cubano de cara al mundo empresarial. Para él la creación de una divisa única "mejoraría de manera considerable el clima de los negocios, enviando a los inversores una clara señal de racionalidad en los precios y reforzaría la rentabilidad y daría un considerable impulso a las exportaciones".
Por otra parte, aunque profanos y expertos le han atribuido a la dualidad monetaria la culpa de las crecientes desigualdades sociales en Cuba, la esperanza de que la unificación las nivele podría ser un mero espejismo.
Entrevistado por IPS vía correo electrónico, el economista cubano Pável Vidal, actualmente profesor de la Universidad Javeriana en Cali, Colombia, se felicitó de que “por fin” comenzará el proceso.
Él espera que la institución de una moneda única en la esfera de las empresas y organismos del Estado haga más transparentes los balances contables y clarifique las cuentas nacionales y el presupuesto del Estado, ámbitos donde reina la distorsión debido a la equiparación de las dos monedas o la existencia de diferentes tasas, según los sectores.
Pero Vidal también cree que la unificación “evidenciará que la dualidad monetaria no es la responsable del bajo poder adquisitivo del salario, ni de las desigualdades”. “Estos”—le escribió el economista a IPS desde Cali-- “son asuntos estructurales, y no monetarios”.
De la nota oficial se infiere que será un proceso gradual, que comenzará a aplicarse en el sector empresarial en una primera etapa y que al final será el CUP la única moneda de circulación en la isla. Pero no mucho más.
“No se dan detalles de cómo se hará, ni plazos. Es como para decirnos que se está haciendo algo con este problema”, dijo a la agencia Inter Press Service (IPS) un contador que no quiso ser identificado.
Omara, una jubilada de 73 años, explicó a IPS que con los dólares que que le envían sus tres hijos desde el extranjero redondea su pensión de 240 pesos (unos 10 dólares).
“Lo que yo necesito es que el dinero, sea el que sea, represente más, porque si se mantiene la misma tasa cambiaria de hasta ahora, me quedo igual. Siempre tendré que cambiar los dólares por la moneda nacional, y los precios en las tiendas cada vez suben más”, agregó.
Otra entrevistada, Silvia Medina, no tiene otro ingreso que su pensión equivalente también a 10 dólares. “Si la unificación monetaria significa que los pesos de mi chequera aumentarán su valor de compra, bienvenida sea y que la hagan pronto”, le dijo a IPS.
Medina, a diferencia de Omara, “no puede completar sus necesidades básicas comprando productos en las tiendas que venden con CUC”, señala la autora del reportaje, Patricia Grogg.
Yusnaby, un bloguero y tuitero que suele ver con escepticismo los cambios en Cuba bajo Raúl Castro, dice en su bitácora que ve a la gente excitada con el anuncio, y se hace varias preguntas sobre un sistema monetario que algunos observadores califican de esquizofrénico:
“¿Van a subir los salarios?”
“¿Qué pasará cuando un recién graduado cobre 225 pesos cubanos mensuales y la confección del pasaporte le cueste 2500 pesos (11 salarios completos) ?”
“¿Un kilo de leche en polvo ¿dejará de costar el 71% de la pensión íntegra de mi abuela?”.
“¿Qué harán? ¿Multiplicar los precios de las tiendas por 25? ¿Eso no se podía haber hecho hace 15 años? Justo ahí entra en pánico toda una población que se pregunta: ¿Qué pasará?”
Yusnabi también se cuestiona si la unificación monetaria ayudará a resolver una discriminación basada en la actual dualidad:
“Hoy en día hay muchos servicios en Cuba que se cobran en moneda convertible y que el cubano de a pie no tiene permitida la contratación (televisión por cable, internet para domicilios…). La justificación para impedirle a un cubano contratar ese tipo de servicios es que se cobra en una ‘moneda diferente’ a la que sólo los extranjeros tienen acceso. ¿Qué pasará cuando por primera vez el gobierno de Cuba brinde servicios de telecomunicaciones en pesos cubanos? ¿Seguirán estas prohibiciones?”.
DESDE AFUERA
Las olas de incertidumbre causadas por la información genérica aparecida en Granma el martes 22 han llegado a otras orillas. En Ecuador, país donde numerosos isleños hacen compras para enviar a sus familiares o para abastecer el segmento privado del mercado interno, Pedro, Aníbal y Juan, tres cubanos que llegaron la noche del martes, se enteraron en el aeropuerto de Quito.
“No sabemos los parámetros del cambio, si quedamos con los pesos o con los ‘chavitos’ (CUC). Cuando sepamos eso, veremos si alcanza para vivir o no”, dijo Pedro al diario quiteño La Hora, mientras que Juan confesó que el anuncio lo deja lleno de incertidumbre. “El problema”, añadió Aníbal, “es que con los pesos (CUP) no alcanza para nada, porque en Cuba la mayoría de los productos se compran solo con CUC”.
Rosa y Nubia estaban en un servicio de envío de paquetes del norte de Quito analizando las repercusiones en los envíos de dinero, que tienen que hacer cuando algún pariente o amigo viaja a la isla, pues no existen convenios entre las empresas de giros de ambos países. “Ahora lo que no sabemos es si el dinero que mandemos tendrá cambio de peso o chavito”, dijo Nubia, quien tiene en la isla a su madre y un hijo de 17 años que no pudo llevarse consigo.
APUNTES DE EXPERTOS
Una de las incógnitas que deja en el aire Granma son los plazos del proceso de unificación. La agencia EFE señala que podría durar hasta dos años si se tiene en cuenta que el tope fijado para la implantación del plan de reformas económicas de Raúl Castro es 2015.
“Los lineamientos (como se conoce en Cuba el plan de reformas) tienen una fecha de cumplimiento y pienso que el plazo debe estar cercano a esa fecha”, indicó a Efe Juan Triana, especialista del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC).
Según la agencia española, uno de los riesgos que planean sobre este proceso es la inflación, que se espera pase a ser una variable importante en un país donde hasta ahora apenas se tenía en cuenta.
Efe cita a Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS), de la Universidad de Miami (UM), quien advirtió que la medida puede disparar la inflación y provocar una “dislocación” económica con perjuicio para la población.
Richard Feinberg, profesor de la Universidad de California y analista del Instituto Brookings en Washington D.C., destacó a France Presse las ventajas de la medida para el gobierno cubano de cara al mundo empresarial. Para él la creación de una divisa única "mejoraría de manera considerable el clima de los negocios, enviando a los inversores una clara señal de racionalidad en los precios y reforzaría la rentabilidad y daría un considerable impulso a las exportaciones".
Por otra parte, aunque profanos y expertos le han atribuido a la dualidad monetaria la culpa de las crecientes desigualdades sociales en Cuba, la esperanza de que la unificación las nivele podría ser un mero espejismo.
Entrevistado por IPS vía correo electrónico, el economista cubano Pável Vidal, actualmente profesor de la Universidad Javeriana en Cali, Colombia, se felicitó de que “por fin” comenzará el proceso.
Él espera que la institución de una moneda única en la esfera de las empresas y organismos del Estado haga más transparentes los balances contables y clarifique las cuentas nacionales y el presupuesto del Estado, ámbitos donde reina la distorsión debido a la equiparación de las dos monedas o la existencia de diferentes tasas, según los sectores.
Pero Vidal también cree que la unificación “evidenciará que la dualidad monetaria no es la responsable del bajo poder adquisitivo del salario, ni de las desigualdades”. “Estos”—le escribió el economista a IPS desde Cali-- “son asuntos estructurales, y no monetarios”.