Concluyó el primer mes de la temporada de Grandes Ligas y varios peloteros cubanos brillaron con luz propia en el mejor béisbol del mundo.
El más sobresaliente, sin dudas, fue el pinareño Randy Arozarena, líder indiscutible de los increíbles Rays de Tampa Bay.
Con su juego alegre y electrizante, el Charro de Vueltabajo ha sido el principal motor dentro del equipo que mejor ha jugado desde que comenzó la campaña el pasado 30 de marzo, y aparece entre los primeros en casi todos los departamentos ofensivos.
Arozarena cerró abril con average de .327, el séptimo más alto de ambas ligas, mientras que va segundo en carreras impulsadas, con 28, tercero en hits (36) y quinto en anotadas (21) y jonrones (7).
Su compañero de equipo Yandy Díaz también ha sido un factor fundamental en el gran arranque de los Rays, que con 23 victorias y seis derrotas, exhiben el mejor récord en todo el béisbol.
El hijo de Jorge “La Araña” Díaz, otrora segunda base de los equipos de Villa Clara, tiene promedio al bate de .319 y es tercero en anotadas (23), en tanto va empatado con Arozarena en cuadrangulares.
Yandy, que a lo largo de su carrera no se ha caracterizado por ser jonronero, ya lleva con estos siete vuelacercas, la mitad de la mayor cantidad conseguida por él en una temporada, cuando despachó 14 bambinazos en el 2019.
Y el avileño José Adolis García, de los Rangers de Texas, es el líder absoluto de los impulsadores en ambos circuitos, con 30.
El jardinero nacido en Ciego de Avila va asimismo en segundo lugar en anotadas (24) y quinto de los jonroneros (8).
Si mantiene ese paso, podría superar sus máximos históricos en cuadrangulares (31 en el 2021) y remolcadas (101 en el 2022).
Y en el departamento del pitcheo, la gran figura ha sido, contra todo pronóstico, el relevista de los Orioles de Baltimore Yennier Cano.
El derecho avileño de 29 años es un caso curioso, pues no llegó por los caminos más habituales a través de República Dominicana o México, sino que fue el primer pelotero firmado por una organización de las Mayores en la Liga Argentina de Béisbol (LAB), donde jugaba en el 2019.
Debutó el año pasado con los Mellizos de Minnesota y a mitad de temporada fue canjeado a los Orioles.
Después de una primera campaña para el olvido, en la que lanzó para una efectividad de 11.50 en 18 innings, se convirtió, hasta ahora, en el pitcher más imbateable de las Grandes Ligas.
En nueve apariciones como relevista, ha trabajado 11 capítulos en los que enfrentó a 34 bateadores, sin que hasta ahora ninguno le haya descifrado sus envíos.
El único que se le ha embasado fue por pelotazo, al tiempo que 12 de sus rivales fueron eliminados por la vía de los strikes.
En resumen, lleva 11 episodios sin permitir hits y el manager Brandon Hyde ha empezado a darle más responsabilidades, incluso como cerrador, función en la que ya acumula dos juegos salvados en igual cantidad de oportunidades.
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