El acoso contra la prisionera política del 11J Lizandra Góngora Espinosa, en la cárcel de mujeres de Isla de la Juventud, donde fue trasladada en abril, se ha incrementado por órdenes de la Seguridad del Estado, dijo a Martí Noticias su esposo, Ángel Delgado.
“Le restringieron el teléfono, ahora (las llamadas) son cada tres días, 15 minutos, y con la capitana Odalis, jefa de la prisión El Colono, en Isla de Pinos, al lado del teléfono para escuchar todo lo que ella hable, para que ella no haga la denuncia. Incluso, cuando yo estoy llamando y hablando con Lizandra, cada un minuto y pico se cae la llamada, para que no le dé tiempo a hacer las denuncias que ella hace por teléfono", explicó.
Añadió que "Lizandra lo único que hace es denunciar las violaciones de sus derechos. Lizandra salió discutiendo con ella (con la jefa de la prisión) y le dijo que le diera privacidad, que ella, simplemente, estaba contando lo que está pasando en la prisión”, explicó Delgado.
Góngora Espinosa, madre de cinco menores de edad, también sufre las restricciones de comunicación y visitas con sus hijos, señaló su esposo.
“No le dan derecho a hablar ni con sus hijos. Hace rato que no habla con sus hijos y hace casi dos meses que no ve a sus hijos. Los niños están en una edad de desarrollo en la que necesitan a su madre”, argumentó Delgado.
A esta situación se suma, además, la limitación y confiscación de los alimentos que le lleva la familia, así como que, desde que fue trasladada para esta cárcel, no está recibiendo la asistencia médica especializada de un psiquiatra, añadió.
Debido al extenso confinamiento, aislada en una celda de castigo en la prisión de El Guatao, en La Lisa, Lizandra tuvo una crisis nerviosa y debió ser tratada y medicada en el hospital Psiquiátrico de la Habana, conocido como Mazorra.
Durante su encarcelamiento, el régimen cubano ha aplicado desde el aislamiento en celdas de castigo, hasta el maltrato físico en contra de la presa política, quien el pasado mes de septiembre se rapó la cabeza para reafirmar su posición de plantada.
“Volvió a salirle la erupción que le sale en la piel del estrés que tiene. Me estaba diciendo que se iba a plantar y todo. Lo que tienen con ella es lo último, el abuso más grande que tienen con Lizandra. Respecto a Lizandra lo violan todo, es la única mujer con 14 años de privación de libertad en Cuba. Ese seguimiento que tiene con Lizandra la Seguridad del Estado y el jefe de prisiones de la isla, visitándola, tratándola de controlar. Es difícil vivir aquí afuera, dime tú 14 años preso, con el seguimiento ese que le tienen arriba a Lizandra”, alertó Delgado.
Lizandra Góngora Espinosa cumple 14 años de condena por los presuntos delitos de “sabotaje”, “robo con fuerza” y “desorden público” tras su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en el poblado de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, y fue juzgada por un Tribunal Militar de la Región de Occidente.
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