El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, fue liberado el viernes. Funcionarios de la Seguridad del Estado lo deportaron a Santiago de Cuba tras advertirle que no podrá visitar la capital a menos que un tribunal lo apruebe.
Ferrer fue detenido en La Habana el jueves, según había informado Liettys Rachel, miembro de UNPACU.
Rachel explicó a Radio Martí que oficiales de la Seguridad del Estado lo esposaron y llevaron en un auto poco después de las 6:00 a.m.
En entrevista con Radio Martí, Ferrer dijo que fue trasladado en una camioneta a su natal Santiago de Cuba. "Me empezaron a leer un documento que decía que como estoy en licencia extrapenal no puedo salir de mi provincia sin la autorización de un juez", explicó Ferrer poco después de llegar a Santiago de Cuba.
Dijo que tampoco podrá residir en La Habana. "Ellos quieren evitar a toda costa mi presencia en La Habana (...) No quieren que legalice mi residencia en La Habana que era mi objetivo ese mismo jueves", dijo.
El arresto coincidió con el primer aniversario del anuncio que puso fin a más de medio siglo de hostilidades entre Washington y La Habana.
Miembros del grupo habían intentado saber el paradero de Ferrer, quien había sido detenido por la Seguridad del Estado en carros patrullas y otros carros que llegaron a la casa donde estaba de visita.
Un oficial "estaba filmando todo en la casa con una cámara en mano", dijo Rachel. "No quisieron decir a dónde lo llevaban", dijo Rachel.
El grupo cree que la Seguridad del Estado tiene preocupación por
"el fuerte liderazgo que tiene José Daniel y UNPACU por toda la isla".
Ferrer explicó que la policía política les ha dicho que "en la capital no puede haber ningún coordinador ni líder de la UNPACU".
La detención de Ferrer se produce a pocos días de que decenas de disidentes cubanos fueran violentamente reprimidos por la policía política y hasta impedidos de salir a la calle a conmemorar el Día de los Derechos Humanos.
Amnistía Internacional condenó la semana pasada la detención de los disidentes y la catalogó de "absolutamente inaceptable".