Un palestino atropelló a peatones con un coche en el centro de Jerusalén, en el segundo ataque de este tipo en dos semanas, provocando la muerte de una persona y alimentando temores de otro levantamiento palestino.
El conductor, quien murió tras ser baleado por la policía, fue identificado por un funcionario de seguridad israelí como Ibrahim Akari, de Jerusalén Oriental, y el grupo militante islamista Hamas se adjudicó la responsabilidad por lo que calificó como "la heroica operación de atropello".
Con las tensiones en aumento en Jerusalén por el acceso a un complejo que alberga el tercer lugar más sagrado del Islam, donde alguna vez se levantaron templos judíos, Jordania denunció lo que describió como violaciones de Israel en la ciudad y dijo que estaba llamando a consulta a su embajador en Tel Aviv.
Una página de Facebook que parecía ser de Akari incluyó elogios al tiroteo palestino de hace una semana, que provocó heridas a un activista israelí que defiende el levantamiento "de facto" de una prohibición de su país a las plegarias judías en el sensible lugar, venerado por los judíos como Monte del Templo y por los musulmanes como Noble Santuario.
Los palestinos acusan a Israel de tratar de cambiar el delicado status quo en el complejo, que alberga la mezquita de al-Aqsa y el templo Domo de la Roca, y han realizado protestas en las que arrojaron piedras contra el lugar.
Jordania supervisa la administración regional del sitio. Su agencia de noticias estatal dijo que la decisión de llamar al embajador fue tomada "en protesta por la creciente y sin precedentes escalada israelí en el Noble Santuario".
La medida se da días después de que ambos países conmemoraron el 20 aniversario de un histórico acuerdo de paz.
La embestida con un coche fue el segundo incidente de este tipo en dos semanas en Jerusalén y el objetivo fue nuevamente bloquear una ruta que vincula áreas árabes y judías que Israel ha descrito como símbolo de unidad en la disputada capital.
La policía y testigos dijeron que el conductor embistió su camioneta blanca contra tres paramilitares de frontera que cruzaban una calle que se extiende por un vecindario palestino y una zona judía ultra ortodoxa y luego contra personas en la parada del ferrocarril.
Luego de estrellarse en una intersección cercana, el hombre salió de la camioneta y comenzó a golpear a los transeúntes con un tubo de metal.
"Un policía de frontera, tomando la iniciativa, levantó su arma y eliminó al terrorista", dijo el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, a periodistas en el lugar.
Funcionarios médicos dijeron que una persona murió más tarde en el hospital y que cerca de una decena resultaron heridas.
En Gaza, Fawzi Barhoum, un portavoz de Hamas, dijo que el ataque fue en respuesta a los "continuos crímenes sionistas" contra al-Aqsa.
El 22 de octubre, un automovilista palestino manejó su coche por una estación de tren cercana y provocó la muerte de un bebé y una mujer antes de que la policía israelí lo matara a tiros.
Amnistía Internacional: Israel cometió crímenes de guerra
Amnistía Internacional acusó el miércoles a Israel de cometer crímenes de guerra durante su ofensiva de este verano en Gaza, afirmando que mostró una "insensible indiferencia" en ataques sobre viviendas familiares en la populosa franja costera, que en algunos casos supusieron crímenes de guerra.
Más de 2.100 palestinos, la mayoría civiles, murieron en los 50 días de guerra, según autoridades palestinas y Naciones Unidas. Israel afirmó que el número de milicianos muertos fue mucho mayor y acusó a Hamas de emplear a los civiles como escudos humanos. Del lado israelí murieron 66 soldados y seis civiles.
En un informe presentado el miércoles, Amnistía dijo que "fuerzas israelíes mataron a decenas de civiles palestinos en ataques dirigidos contra casas llenas de familias, que en algunos casos supusieron crímenes de guerra".
El Ministerio de Exteriores de Israel rechazó las conclusiones del informe, señalando que Amnistía "ignora crímenes de guerra documentados realizados por Hamas".
"El informe no menciona la palabra terrorismo en relación a Hamas u otros grupos armados palestinos, ni menciona los túneles construidos por Hamas para infiltrarse en Israel y realizar ataques terroristas", alegó el Ministerio.
Israel lanzó la operación en Gaza a principios de junio en respuesta a un aumento en los ataques de cohetes de Hamas, el grupo islamista que gobierna en el enclave costero.
La operación siguió a una campaña de las fuerzas israelíes en Cisjordania, donde se arrestó a decenas de miembros de Hamas tras el secuestro y asesinato en junio de tres adolescentes israelíes a manos de milicianos de Hamas.
Varias semanas más tarde, extremistas judíos secuestraron y quemaron vivo a un adolescente palestino en Jerusalén Este en un aparente ataque de venganza.
Pero la guerra del verano fue el conflicto más grave entre ambas partes registrado en años.
"Las fuerzas israelíes han despreciado descaradamente las leyes de la guerra al realizar una serie de ataques contra viviendas civiles, mostrando una insensible indiferencia por la matanza causada", afirmó Philip Luther, director del programa de Amnistía Internacional en Oriente Medio y el Norte de África.
Durante los 50 días de combates, Hamas disparó miles de cohetes y morteros sobre ciudades y pueblos israelíes, incluyendo Tel Aviv, y empleó una sofisticada red de túneles para atacar campamentos militares israelíes en el sur del país, cerca de la frontera con Gaza. Algunos de los túneles también tenían salidas junto a comunidades civiles israelíes, lo que daba a Hamas la capacidad de atacarlas también.
Por su parte, las fuerzas israelíes realizaron constantes ataques aéreos, de artillería y de infantería en Gaza, muchos de los cuales AI tachó de indiscriminados.
Israel dijo que su ejército fue tan cuidadoso como fue posible para evitar bajas civiles, y se refirió a su sistema de alertar a los civiles cuando era posible que su edificio iba a ser atacado.
Además, culpó a Hamas de la alta cifra de bajas civiles, culpando al grupo armado de lanzar cohetes –y atraer represalias– desde patios de colegio, zonas residenciales y mezquitas.