El atletismo ruso, cuna de campeones como Isinbáyeva o Borzakovski, parece empeñado en cavar su propia tumba con continuos escándalos de dopaje que, según la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), encubrirían un sistema promovido por el propio Gobierno, a imagen y semejanza de la desaparecida RDA.
"No hay que mezclar las cosas. La comisión no tiene derecho a excluir a nadie", afirmó este lunes Vitali Mutkó, ministro de Deportes ruso, tras conocerse las incendiarias conclusiones de la comisión independiente de la AMA. Esa clase de argumentos parece que no salvarán esta vez al atletismo ruso, ya que las acusaciones salpican a las autoridades rusas, desde el propio Ministerio encabezado por Mutkó hasta el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).
Puntos del Informe de la Comisión Independiente de la Agencia Mundial Antidopaje
Puntos del reporte de la Comisión Independiente de la Agencia Mundial Antidopaje sobre el dopaje en Rusia.
* Recomienda que la Federación Rusa de Atletismo sea suspendida del ámbito internacional.
* Identificó una "cultura de trampa profundamente arraigada", explotación de atletas, uso "consistente y persistente" de sustancias para mejorar el rendimiento por "muchos" atletas rusos, participación de médicos, entrenadores y empleados de laboratorios, y corrupción y sobornos "en los máximos niveles del atletismo internacional".
* Halló "fallos sistemáticos en la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) que evitan o reducen la posibilidad de un programa efectivo antidopaje".
* Encontró "esfuerzos organizados por parte de entrenadores y funcionarios, dentro y fuera de Rusia, para promover dopaje y hacer que esos esfuerzos sean exitosos".
* El laboratorio en Moscú acreditado por WADA "no puede actuar independientemente", según el reporte, que recomendó que la agencia retirara su habilitación "lo más pronto posible".
* Un equipo de auditoría de la WADA visitó el laboratorio de Moscú luego de que se divulgó un programa sobre dopaje que determinó que 1.417 muestras fueron eliminadas.
* La presencia de servicios de seguridad en el laboratorio de Moscú, y en el laboratorio de Sochi durante los Juegos Olímpicos de Invierno, "impuso enérgicamente una atmósfera de intimidación en los procedimientos de laboratorio y el personal".
Y la apuesta es más alta que nunca, ya que hablamos de la exclusión de los atletas rusos de todas las competiciones internacionales, incluidos los Juegos Olímpicos de Río Janeiro en 2016.
La comisión de la AMA acusa a Rusia de una trama que incluiría el encubrimiento de positivos, la extorsión de los atletas, el pago de sobornos y la destrucción de pruebas sobre el consumo de sustancias prohibidas.
Según ese guión, Mutkó o sus adláteres habría ordenado la manipulación de las pruebas antidopaje y los atletas habrían sido extorsionados y obligados a pagar altas sumas de dinero para poder competir en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
Algunos atletas y entrenadores también habrían amenazado físicamente a los funcionarios antidopaje para que hicieran la vista gorda, ya que de ello dependía su futuro deportivo y económico.
Además, el temido FSB habría recurrido a la intimidación y el encubrimiento para manipular el trabajo de los laboratorios antidopaje y garantizar unos resultados deportivos que satisficieran el orgullo patrio. El director del centro antidopaje de Moscú, Grigori Rodchenko, fue citado como sospechoso de destruir 1.417 pruebas antidopaje poco en vísperas de una visita de inspección de la AMA.
Además de los laboratorios acreditados ante la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), el informe acusa directamente a la agencia antidopaje rusa, RUSADA, quien siempre se había caracterizado por sus agrias críticas contra la falta de limpieza en el deporte nacional.
En la trama estaría involucrado también Lamine Diack, expresidente de la IAAF, quien habría aceptado dinero ruso a cambio de ocultar los positivos, lo que el informe tacha de "sabotaje" de los Juegos de Londres. No obstante, la acusación clave fue la de que el sistema antidopaje no podría haber funcionado "sin respaldo estatal", acusaciones que emparejan a Rusia con la vilipendiada República Democrática Alemana (RDA) y que el presidente de la IAAF, Sebastian Coe, tachó de "alarmantes".
Eso sí, la AMA no condenó al atletismo ruso a las galeras de por vida, ya que, en caso de que sus autoridades adopten las medidas necesarias para revertir la actual situación, sus atletas podrán volver a competir. "No hay de qué avergonzarse. No negamos que tengamos problemas, pero los hay en todo el mundo. A nosotros nos corresponde el mismo porcentaje que en otros países. Aquí lo han puesto todo un poco patas arriba. En Rusia hemos creado un sistema normal (antidopaje). No encubrimos a nadie", aseguró Mutkó a la agencia Interfax.
Recordó que los deportistas afectados por casos de dopaje en los Juegos Olímpicos de Londres fueron castigados en su momento y recordó que él destituyó personalmente al anterior presidente de la Federación Rusa de Atletismo (FRA), Valentín Balájnichev.
Subrayó que Rusia siguió al pie de la letra cada una de las recomendaciones antidopaje de la IAAF y aseguró que la destrucción de las pruebas de sangre se llevó a cabo con el beneplácito de la AMA.
En relación con la posible exclusión de los Juegos Olímpicos, el jefe de la Agencia Federal Médico-Biológica, Vladímir Úiba, la tachó de "declaración políticamente motivada de la misma serie que las sanciones adoptadas contra Rusia" y "carente de fundamento".
Con todo, en diciembre pasado la Primera Cadena de la Televisión Alemana expuso un intrincado sistema de dopaje encubierto por el Estado ruso, documental en el que la lanzadora de disco Yevguenia Pecherina afirmaba que el 99 por ciento de los atletas rusos se dopan.
Las acusaciones tuvieron su efecto, ya que poco después, en enero de 2015, Rusia suspendió a tres campeones olímpicos y un campeón mundial de marcha, modalidad dominada de manera aplastante por los rusos. Precisamente, la AMA recomendó hoy suspender de por vida, entre otros diez atletas y técnicos, a María Savínova, campeona olímpica de 800 metros en Londres que en dicho documental aparece explicando en detalle cómo se dopaba para mejorar su rendimiento.
Como ocurriera en el caso de las supuestas irregularidades en la elección de Rusia como sede del Mundial de fútbol en 2018, el Kremlin no dudó en respaldar hoy ciegamente al Ministerio de Deportes.