"Realmente me gustaría decir otra cosa, pero lamentablemente, la situación de los derechos fundamentales, sobre todo los derechos civiles, políticos, económicos y culturales en Cuba, en el año 2010 empeoró", dijo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
El disidente cubano explicó que lo más lamentable del año fue la muerte del mártir Orlando Zapata Tamayo, prisionero de conciencia que falleció tras protagonizar una huelga de hambre de 84 días.
La muerte de Zapata, junto a la huelga de Guillermo Fariñas y las protestas de las Damas de Blanco, presionaron al gobierno comunista cubano, que culminó excarcelando a 41 prisioneros de conciencia que aceptaron el exilio hacia España. Aún quedan diez prisioneros de conciencia del Grupo de los 75, que se han negado a la deportación.
Las excarcelaciones no representan una mejoría en la situación de derechos humanos en la isla.
"Las cosas están cambiando para peor. El gobierno ha sustituido la represión política basada en largas condenas de cárcel, como ocurrió con el grupo de los 75, con un tipo de represión de bajo perfil, que no deja muchas huellas, pero este tipo de represión también es inaceptable, porque en todos los casos se trata de detenciones arbitrarias", señaló Sánchez.
Entretanto, el activista saludó las conmutaciones recientes de las penas de muerte de tres condenados en Cuba, entre ellos el cubano de Miami, Humberto Eladio Real Suárez. Sin embargo, dijo, "todavía en Cuba sigue vigente un código penal completamente mortífero, porque prevé la pena de muerte en más de cuarenta o cincuenta motivaciones. Mientras la pena de muerte siga vigente en el draconiano código penal en Cuba, seguirá siendo este código una espada de Damocles, sobre la sociedad cubana".
Para Elizardo Sánchez, el 2011 se perfila igual o peor que el 2010 en materia de derechos humanos.
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