Intensos combates entre milicianos curdos y cristianos contra terroristas del autotitulado Estado Islámico continuaron el miércoles en el noreste de Siria, donde los radicales secuestraron recientemente a por lo menos 70 asirios.
La provincia siria de Hassakeh, fronteriza con Turquía e Irak, es el último escenario de la lucha contra Estado Islámico. El grupo arrasó una serie de localidades asentadas a orillas del río Jabur el lunes, capturando a decenas de cristianos, la mayoría mujeres y niños. Miles de personas huyeron a zonas más seguras.
El destino de los secuestrados seguía siendo incierto el miércoles, dos días después de su captura.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, y un grupo cristiano llamado Consejo Militar Sirio, dijeron que continuaban los fuertes combates contra insurgentes de EI en la zona.
Por otro lado, unos 20.000 egipcios abandonaron Libia desde que el grupo extremista publicó un video con masivas decapitaciones, dijo un funcionario de fronteras de Egipto. El video, que mostraba la decapitación de 21 egipcios cristianos, provocó que El Cairo lanzase ataques aéreos en venganza y prohibiese a sus ciudadanos viajar al cada vez más volátil país del norte de África.
Fawzi Nayel, jefe de seguridad del paso fronterizo de Sallum, dijo a Associated Press que una media diaria de 2.000 a 3.000 egipcios habían cruzado desde Libia en los 10 días desde la publicación de la grabación. Muchos podrían proceder de Sirte, la ciudad donde fueron secuestrados los 21 cristianos coptos.
Añadió que no hay una evacuación masiva en el este, que está controlado en gran parte por el Gobierno libio reconocido internacionalmente, y que los egipcios en la zona occidental del país están cruzando a Túnez.
Mientras, la primera ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Julie Bishop, reclamó hoy en el Parlamento del país soluciones a nivel familiar para frenar el creciente número de mujeres jóvenes que, de manera masoquista, se unen al Estado Islámico (EI), para ser usadas como esclavas sexuales o terroristas suicidas.
"Cada vez más mujeres acuden con su maridos, combatientes extranjeros, o en busca de compañeros, son las llamadas novias yihadistas, o proporcionan apoyo a la organización terrorista", manifestó Bishop, según la emisora local ABC.
"Es algo que desafía la lógica (...) dada la actitud hacia las mujeres de DAISH (el acrónimo en árabe del EI)", dijo la Ministra, y apuntó que alrededor de 500 mujeres provenientes de países de Occidente se han afiliado a EI, y de ellas al menos 40 salieron de Australia.
Bishop señaló que hay que empezar en el seno familiar para atajar este problema porque los padres y los amigos son los primeros que pueden darse cuenta de la radicalización de los jóvenes. "Los familiares y los amigos son los que tienen que hablar con estos jóvenes antes de que sea demasiado tarde. Contarán con el apoyo del Gobierno", manifestó la Canciller australiana.
La Ministra insistió que en el EI "incluso los menores están amenazados, porque tienen instrucciones que animan al abuso sexual de niñas que aún no han alcanzado la pubertad".
La intervención de Bishop ante el Parlamento se produce dos días después que el primer ministro del país, Tony Abbott, anunciase un reforzamiento de la lucha contra el terrorismo islámico, con cambios en las leyes de inmigración y ciudadanía y mayor respuesta contra los que prediquen la violencia extremista.
Otras de las medidas contempladas son el nombramiento de un coordinador nacional para asuntos terroristas, la modificación del sistema de alertas terroristas y el desarrollo de una nueva estrategia antiterrorista.
Australia elevó la alerta terrorista en septiembre pasado y, desde entonces, unas 20 personas han sido arrestadas en seis operaciones, mientras que "al menos 110 australianos han salido del país para unirse al culto de muerte en Irak y Siria y al menos 20 de ellos han muerto", según Abbott.
La Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia lleva a cabo unas 400 investigaciones vinculadas a actividades terroristas, el doble de casos que hace un año.
En ese sentido, en una guerra donde son tan importantes las acciones como las palabras y, sobre todo, las imágenes, el rey Abdalá II de Jordania, luego de que los de Estado Islámico quemaran vivo recientemente a un piloto de su reino, declaró ante los miembros de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Estados Unidos en referencia a los terroristas que tomaría venganza hasta las últimas consecuencias.
"Voy a matar a su esposa y a todos sus amigos y a quemar su maldita casa", dijo el monarca en la sesión a puerta cerrada con los legisladores, citando una escena de la película de acción Sin perdón, donde el personaje interpretado por Clint Eastwood anuncia su plan de venganza.