Dos de los siete cubanos heridos de bala que fueron interceptados por la Guardia Costera este sábado cerca de Cayo Hueso, Florida, dijeron este lunes en Miami que un
grupo armado les disparó en Cuba para robarles la precaria embarcación en la que se lanzaron al mar.
Denny Rumbaut y su esposa Yarelys Ríos, embarazada de 16 semanas, explicaron que, pese al ataque, decidieron lanzarse al mar desde la costa norte de Matanzas.
En la balsa viajaban 26 personas en total.
Ríos dijo que decidieron zarpar, a pesar de las heridas, por temor a la reacción de los atacantes que "salieron del monte" cuando el grupo se disponía a abordar la balsa.
La pareja negó que ellos mismos se dispararan para evitar la repatriación en caso de ser capturados por la Guardia Costera estadounidense, lo que finalmente sucedió.
La mujer aseguró que no hubiera hecho nunca algo que pusiera en riesgo la vida del bebé que lleva en el vientre.
En la sala del Hospital Jackson Memorial donde son atendidos, Rumbaut dijo a la prensa que antes de este último viaje, había intentado 11 veces llegar a Estados Unidos a través del estrecho de la Florida y su esposa tres.
El grupo de 26 balseros fue interceptado por una embarcación del Séptimo Distrito de la Guardia Costera. Los que no presentaban heridas de bala fueron detenidos y procesados para su posterior repatriación a Cuba.