El Comité Olímpico Internacional apuesta por un programa deportivo más abierto que podría permitir la inclusión del béisbol y el sóftbol en los Juegos de Tokio 2020.
Se trata de una propuesta que busca abolir el límite de 28 deportes para los Juegos Olímpicos de verano y pasaría a un sistema "basado en pruebas" que permitiría introducir nuevos deportes.
En la 127ª Sesión del organismo celebrada este lunes 8 de diciembre en Mónaco, sus 96 miembros presentes aprobaron por unanimidad la llamada Agenda 2020, que en las próximas décadas transformará de manera sustancial el evento deportivo más importante del mundo.
"La opción de que Tokio se valga de las nuevas reglas para introducir en los Juegos de 2020 el béisbol y el sóftbol, ahora fuera del programa, "es una posibilidad muy seria", admitió el ex presidente del COI, Juan Antonio Samaranch.
En las redes sociales ambas Federaciones Internacionales ya se congratulaban y a partir de 2024, pueden ser muchas otras las modalidades favorecidas empezando por el golf, el rugby o el kárate y acabando incluso por los deportes de motor, el juego de la soga o el sumo, todos ellos reconocidos por el CIO.
Más reformas
El Comité Olímpico Internacional aprobó también un nuevo proceso de candidaturas olímpicas para hacer el sistema más flexible y económico y atraer a futuros candidatos, con medidas como la opción de celebrar pruebas fuera del país o la ciudad anfitriona. Asimismo aprobó la creación de un canal de televisión olímpico.
El COI votó a favor del sistema revisado de candidaturas al comienzo de una sesión especial de dos días para adoptar la Agenda Olímpica 2020, el paquete de reformas propuesto por el presidente del organismo, Thomas Bach, y que supone la mayor reforma del COI en décadas.
El COI dijo que el canal de televisión digital promoverá los deportes e ideales olímpicos en los años anteriores a los juegos. Costará 600 millones de dólares su operación en los primeros siete años.
Las votaciones tuvieron lugar en momentos en el que el costo de celebrar las olimpiadas disuade a muchos países, con el ejemplo de los 51.000 millones de dólares que varios medios asociaron a los Juegos de Invierno de Sochi en 2014. Varias ciudades se retiraron de la carrera por los Juegos de Invierno de 2022, dejando sólo Beijing y Almaty, en Kazajistán, como aspirantes.
El sistema aprobado el lunes hará el proceso más similar a una "invitación" y permitirá a los aspirantes comentar sus planes con antelación con el COI para ajustar los juegos a sus necesidades, y mantenerlos a un precio asequible.
Para reducir los costos y evitar gastos innecesarios, se instará a las ciudades a aprovechar al máximo sedes existentes y temporales.
El cambio más radical señala que se permitirá a las ciudades organizar pruebas, tanto en los juegos de invierno como en los de verano, fuera de la ciudad o el país anfitrión, "especialmente por motivos de geografía y sostenibilidad". Esto abre la puerta a candidaturas conjuntas de ciudades, países regiones cercanas.
Varios miembros del comité expresaron su preocupación por la idea durante el debate, señalando que iba en contra de la idea de unos juegos compactos y supondría gastos y viajes extra para los atletas.
"Me preocupa que el carácter único de los juegos podría verse disminuido por la recomendación de permitir la dispersión de algunas pruebas en varios lugares del mismo país, o incluso un país vecino", señaló el delegado suizo Denis Oswald.
"La Villa Olímpica no será igual, y para los atletas aislados, (los juegos) se parecerán más a una especie de campeonato mundial, sin vivir una auténtica experiencia olímpica", dijo.
El vicepresidente del COI, John Coates, que lideró el grupo de trabajo sobre la cuestión de candidaturas, dijo que las pruebas fuera del país anfitrión se considerarían sólo en "circunstancias excepcionales". La idea, señaló, deberá plantearse en la fase inicial de la candidatura y requeriría aprobación del comité ejecutivo del COI.
"El carácter compacto de la propuesta siempre es importante", dijo Coates. "El coste y el tiempo que lleve a los atletas ir de la villa a sus sedes siempre va a ser relevante, pero lo compacto de los juegos tiene que sopesarse con el beneficio en coste de poder utilizar sedes existentes, en lugar de construirlas nuevas".
La medida terminó por ser aprobada de forma unánime, y ningún delegado alzó la mano para oponerse.
El COI debatía y votaba una por una las recomendaciones. Faltaban ocho delegados, dejando a 96 miembros con capacidad de voto.
Bach pidió comentarios a la comunidad olímpica durante el último año, preparando el terreno para lo que debería ser una sesión donde se aprueben todas las propuestas.
El presidente se ha movido con rapidez desde su designación en septiembre de 2013 para dejar su huella en el cargo y reunir apoyos para la batería de medidas más amplia desde que el COI introdujera una serie de reformas en 1999 tras el escándalo de la candidatura de Salt Lake City.
El COI también reformulará el principio 6 sobre no discriminación para incluir la orientación sexual, tras la polémica por la ley contra "propaganda" gay aprobada en Rusia antes de los juegos de Sochi.
La nueva cláusula dice que las olimpiadas deben estar libres de discriminación "de cualquier clase, como por raza, color, sexo, orientación sexual, idioma, religión opinión política o de otra clase, origen nacional o social, propiedad, nacimiento u otra condición".