El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conversó el martes con su homólogo ruso Vladimir Putin sobre el aún vigente tratado de armas nucleares, la detención del disidente Alexei Navalny y el futuro de las relaciones bilaterales entre ambas naciones.
Según anunció la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en una comparecencia pública, ambos líderes discutieron la posible extensión del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido como New START, "por cinco años”.
Además, acordaron que sus equipos trabajen “urgentemente para completar esa extensión” antes del 5 de febrero, confirmó luego la administración Biden en una declaración escrita.
De confirmarse el acuerdo el próximo mes, sería un paso adelante que da Biden respecto a su predecesor, el expresidente Donald Trump, que no pudo llegar a un acuerdo parecido con el gobierno ruso, debido a los desacuerdos entre ambos gobiernos.
Según trascendió, los mandatarios acordaron explorar discusiones sobre la estabilidad estratégica en cuanto al “control de armas y temas de seguridad emergentes”.
Igualmente, informó la Casa Blanca, Biden recalcó “el firme apoyo de Estados Unidos a la soberanía de Ucrania”, y sobresalieron los temas del envenenamiento del disidente ruso Alexei Navalny, el hackeo reciente a SolarWinds -una empresa estadounidense desarrolladora de programas informáticos- y los informes de que el Kremlin ofrece "recompensas" por la muerte de soldados estadounidenses en Afganistán.
Agregó que fue ventilado el tema de la interferencia “en las elecciones estadounidenses de 2020” y que los mandatarios “acordaron mantener una comunicación transparente y consistente en el futuro”.
El diario la Gaceta de Rusia, citando a fuentes del Kremlin, dijo que en la conversación Biden y Putin “consideraron oportunidades de cooperación en la lucha contra la pandemia de coronavirus, así como en otras áreas, incluidas las comerciales y económicas”.