Estados Unidos aplicó el jueves una amplia gama de sanciones a Rusia para castigarla por la interferencia en las elecciones, el ciberhackeo, el acoso a Ucrania y otros actos "maliciosos", poniendo en la lista negra a empresas, expulsando diplomáticos rusos y aplicando límites al mercado de deuda soberana rusa.
Entre las acciones, el presidente Joe Biden emitió un decreto que autoriza al gobierno estadounidense a sancionar a cualquier sector de la economía rusa y lo usó para restringir la capacidad de Rusia de emitir deuda soberana, con el fin de castigar a Moscú por interferir en las elecciones presidenciales de 2020.
Biden prohibió a las instituciones financieras estadounidenses participar en el mercado primario de bonos soberanos rusos denominados en rublos desde el 14 de junio. Los bancos estadounidenses tienen prohibido participar en el mercado primario de bonos soberanos no denominados en rublos desde 2019.
El Departamento del Tesoro también incluyó en la lista negra a 32 entidades e individuos que, según dijo, habían llevado a cabo intentos dirigidos por el gobierno ruso para influir en las elecciones presidenciales de 2020 y otros "actos de desinformación e interferencia".
El Tesoro también sancionó a ocho individuos asociados con la ocupación y represión en curso de Rusia en Crimea, que Moscú anexó en 2014.
La Casa Blanca informó por su parte la expulsión de 10 diplomáticos de la misión rusa en Washington, incluyendo a representantes de los servicios de inteligencia y, por primera vez, nombró formalmente al Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) como autor del hackeo de SolarWinds Corp.
Rusia niega haberse inmiscuido en las elecciones estadounidenses, orquestado el ciberataque que se valió de SolarWinds Corp para penetrar en las redes del gobierno de Estados Unidos o haber utilizado un agente nervioso para envenenar al crítico del Kremlin Alexei Navalny.
También ha rechazado las acusaciones de poner recompensas por soldados estadounidenses en Afganistán.
Antes de la publicación del decreto, el Kremlin había dicho que respondería de la misma manera a cualquier sanción y advirtió que las nuevas medidas estadounidenses reducirían las posibilidades de que se celebrara una cumbre entre Biden y su par ruso, Vladimir Putin.