Doménico Vecchioni fue embajador de Italia en Cuba entre 2005 y 2009. Dos años después publicó una biografía de Raúl Castro.
Hoy habla con Martí Noticias del triunfo de Castro como negociador, hecho que a su juicio se consolida con la anunciada visita de Obama a Cuba como "la rendición americana frente a un Raúl Castro que lo ha obtenido todo gratis".
Relacionando la personalidad del General con lo sucedido en la isla en los últimos tiempos, especialmente el restablecimiento de relaciones EEUU-Cuba, Vecchioni asegura que relegado "por medio siglo a vivir entre bastidores, opacado por la intensa sombra del hermanastro Fidel, Raúl ahora siembra toda la experiencia adquirida, demostrándose estadista más fino y hábil que su mítico predecesor".
"Raúl ha logrado con una cínica e inescrupulosa diplomacia, obtener todo lo que Fidel jamás soñaba obtener. Ha sido incluso dichoso. Teniendo como interlocutor un presidente americano débil, ingenuo, ansioso por dejar alguna huella de su Presidencia, al menos en un ángulo del Caribe.
En resumen, Raúl ha obtenido todo: legitimidad internacional, libertad de represión, promesas de grandes inversiones, cancelación de facto del embargo (en espera de la aprobación del Congreso). Sin conceder todavía nada en el plano de la democracia y de los Derechos Humanos. Este es el problema: No se hace la apertura. Lo que ha sucedido es la rendición americana y no un justo compromiso entre las partes en causa. ¡Raúl podría obtener 'gratis' incluso la restitución de la base de Guantánamo! Un resultado realmente excelente", opina el autor de varios títulos en los géneros de Historia y ensayo.
"Desafortunadamente, sin embargo, nada en el frente interno ha cambiado: Cuba era y es una dictadura, el régimen castrista era y es un régimen que niega las libertades fundamentales, el sistema político cubano era y es totalitario. El pueblo cubano en general sigue esperando la hora de su libertad y nos preguntamos ¿hasta cuándo?", afirma el autor de Tiranos y dictadores, un libro que retrata a figuras como Stalin, Hitler, Amín Dada, Papa Doc y Fidel Castro, entre otros.
Vecchioni se ha centrado en la historia del mundo del espionaje, con especial referencia a los agentes secretos de la II Guerra Mundial y en una serie de biografías más extensas de dictadores, entre las que destacan las del camboyano Pol Pot (2013) y el cubano Raúl Castro (2011), ambas en la colección Ingrandimenti del sello Greco Greco y Editori, en Milán.
Una espía en particular ha llamado su atención, en 2014 publicó Ana Belén Montes. La espía americana de Fidel Castro, donde devela que en 16 años de espionaje a favor del régimen comunista de Cuba, mostró ser la más perjudicial espía para la seguridad de Estados Unidos en los últimos 50 años.
Siendo un estudioso del carácter de los dictadores, Vecchioni dijo a Martí Noticias que bajo "cualquier cielo y en cualquier latitud en la que ellos operen, los dictadores parecen estar ligados por un hilo conductor tejido por rayos de una lúcida locura; incuestionablemente presente en cada ejercicio del poder absoluto.
Todos inician, con el apoyo popular y terminan con el rechazo generalizado. Todos sin falta llevan consigo la ambición de crear el hombre nuevo, de exhibir una nueva era, de marcar indeleblemente la historia de la humanidad con nuevos principios políticos y teorías sociales. Todos ellos se creen predestinados a una misión trascendental, en nombre de la cual todo crimen encuentra su justificación.
Pocos, luego resisten a la tentación de perpetuarse, nombrando entre sus familiares a sus herederos en el poder. Todos en fin se contaminan por la patología del Hubris (o Hubris 'desmedida') –conocida muy bien por los psiquiatras– un síndrome que conduce al 'enfermo' al gradual alejamiento de la realidad, poseídos por el narcisismo, arrogancia, desprecio por los otros humanos, sentido de superioridad, invencibilidad e invulnerabilidad".
El escritor y profesor de las universidades italianas de Calabria y Mantua, cree que Castro cumplirá su promesa de dejar el poder en 2018 pero matiza:
"Es probable que mantenga la promesa hecha, pero… ¡sólo por motivos del almanaque! En 2018 Raúl tendrá 87 años contados. Es lógico, por consiguiente, que lo deje. Pero de aquí a 2018 tendrá tiempo suficiente de regular adecuadamente su sucesión, a lo mejor pensando perpetuarse con uno de sus hijos, Alejandro o Mariela que, por lo que se sabe, ya están calentando sus motores. La saga de los Castro podría continuar luego de la legitimación de Obama".
Preguntado sobre una probable empatía entre Barack Obama y Raúl Castro como explicación de lo ocurrido, Vecchioni opina que más que empatía hay "un matrimonio de razones. Cada uno de ellos tenía suficientes motivos políticos y personales para terminar la separación entre Cuba y Estados Unidos. Sólo que el 'contrato de matrimonio' ha sido favorable a Raúl... No creo que en el sentido personal exista empatía alguna; sus historias políticas, ideológicas y personales, son muy diferentes".
Como funcionario que es del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia y su experiencia diplomática en Buenos Aires, Madrid, Niza, Bruselas, Estrasburgo y La Habana, valora el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba como algo predecible.
"Estaba ya en el orden de la cosas y de la evolución de la situación internacional. Sin embargo, no se produce en el mejor de los modos, consintiendo a Cuba para cancelar de un tirón todos los sufrimientos sufridos por el pueblo cubano. En nombre de la razón de Estado de Obama; es decir, todo ha sido perdonado, todo olvidado; en estos casi 60 años de dura dictadura parece que nada haya sucedido en la isla. Ahora, si todo está bien en la isla, ¿cuál es la razón por la cual tantos cubanos continúan en el intento de escapar del paraíso castrista? ¿Por qué Obama quiere ir a rendir homenaje al dictador en su madriguera, humillando a la mayor democracia del mundo? ¿Por qué? Al menos pudo habernos evitado esto", lamenta el politólogo.
[Esta entrevista fue traducida del italiano al español por el escritor Carlos Carralero].
