En junio del 2013 Cuba y Bolivia firmaron un acuerdo para que la isla abriera las puertas de su mercado interno a la industria textil de Bolivia. El plan se debía a la inconveniente de suplir con productos elaborados en la isla la demanda nacional de ropa y tejidos. Al rescate de los cubanos venían los bolivianos.
Una amplia delegación de funcionarios y empresarios de La Paz aterrizaron en La Habana ese verano del 2013. Al frente de la comitiva viajó la ministra boliviana de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Teresa Morales.
Cuba abría mil lugares de venta en su cadena de tiendas para comercializar prendas de la Empresa Pública Nacional Estratégica Textil (Enatex).
Tres años más tarde los obreros de la empresa estatal boliviana se lanzan a la calle debido a que la mala gestión llevó a esta a la quiebra y el despido de unos 800 empleados de Enatex.
El dirigente sindical Gerónimo Cori declaró a medios locales que el colectivo se mantiene "en pie de lucha" ante la falta de respuesta del Gobierno a sus reivindicaciones. La autopista, que une las ciudades vecinas de La Paz y El Alto, es utilizada a diario por miles de personas para acudir a sus puestos de trabajo. La Central de Obreros de Bolivia apoyan los reclamos laborales, según reporta la prensa boliviana.
Hace dos semanas el Gobierno decretó el cierre de Enatex por sus dificultades financieras y ante la sorpresa de los trabajadores, que aseguraron que se les había dado una semana de permiso supuestamente porque se iba a fumigar las plantas de la firma textil."No tenemos una respuesta del Gobierno y es por esa razón que mañana nosotros estamos convocando a todos los compañeros y también a los fabriles", dijo Cori, quien adelantó también que los trabajadores podrían bloquear carreteras durante la próxima semana, una medida tradicional de protesta en Bolivia.
Según datos del Ministerio boliviano de Trabajo citados por la agencia estatal ABI, más de 600 empleados de la firma estatal han cobrado ya sus finiquitos, aunque trabajadores de Enatex declararon a radio Erbol que fueron obligados a cobrar con la amenaza de que más adelante sería "prácticamente imposible" hacerlo.
Los trabajadores de Enatex mantienen activas protestas desde que hace dos semanas cerró la empresa. El pasado 18 de mayo, tres personas resultaron heridas, dos de ellas por la detonación de cartuchos de dinamita, durante una manifestación de cientos de obreros despedidos contra la que cargó la Policía.
Días antes, el mismo colectivo protestó quemando afiches y libros con la imagen del presidente boliviano, Evo Morales.
El Gobierno boliviano creó Enatex en 2012 sobre la base de la privada Ametex, que contaba con unos 4.000 empleados y afrontó una grave crisis desde que en 2008 Bolivia perdió las preferencias arancelarias que le concedía Estados Unidos. Evo Morales intentó consolidar nuevos mercados para los textiles bolivianos en Brasil, Cuba, Venezuela y Argentina, pero los resultados no fueron los esperados.