A continuación un editorial que refleja la opinión del gobierno de Estados Unidos:
Los líderes de Canadá, México y Estados Unidos se reunieron recientemente en la Ciudad de México en la Cumbre de Líderes de América del Norte (NALS) para discutir sobre seguridad y cooperación económica.
La Cumbre incluyó un reconocimiento de la importancia de luchar contra la desigualdad, el racismo y la discriminación.
Junto al secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, y la canciller de Canadá, Mélanie Joly, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken subrayó el valor de “centrarse en un ideal común que está en el centro de nuestras democracias: que todos estamos mejor cuando cada individuo en nuestras sociedades goza de igualdad de derechos e igualdad de oportunidades”.
Antes de firmar la Declaración de América del Norte sobre la Asociación para la Equidad y la Justicia Racial junto con sus homólogos, el secretario Blinken señaló que la Declaración establece tres formas de garantizar que todas las comunidades e individuos alcancen su máximo potencial.
“Primero, la lucha por una mayor equidad e inclusión comienza en casa. En todas las naciones, los miembros de los grupos marginados se enfrentan a la discriminación”, declaró Blinken.
“Es una realidad diaria para las personas de las comunidades indígenas y afrodescendientes, las mujeres y las niñas, las personas LGBTQI+, las personas con discapacidad, las minorías religiosas y otras, incluso en los Estados Unidos”, subrayó.
Elogió, además, la voluntad de los tres países de reconocer que el trabajo debe hacerse inicialmente en casa. Eso, dijo, “es vital para nuestra legitimidad cuando se trata del segundo compromiso de la Declaración: redoblar nuestra colaboración para promover la equidad y la justicia racial en todo el mundo”.
La tercera forma de promover la equidad es aprovechar el conocimiento y la experiencia de los líderes fuera del gobierno. Los tres países establecerán una Red Trilateral de Expertos en Equidad Racial e Inclusión, compuesta por líderes de la sociedad civil, grupos de jóvenes, el sector privado y la academia para compartir las mejores prácticas y estrategias innovadoras.
“En pocas palabras, una de nuestras mayores fortalezas como democracias [es] que confiamos en nuestra gente”, dijo el secretario Blinken. “Confiamos en que nuestros ciudadanos ayuden a solucionar algunos de nuestros problemas más difíciles”, afirmó.
El progreso consiste en que los ciudadanos trabajen “todos los días para hacer que nuestras sociedades sean un poco mejores, un poco más fuertes, un poco más inclusivas”, declaró Blinken.
“Somos afortunados de tener vecinos que comparten nuestros más altos ideales y un firme compromiso de seguir trabajando para hacerlos realidad”, concluyó.