El portavoz del Arzobispado de La Habana, Orlando Márquez, hizo pública, por correo electrónico, una nota de prensa de esa entidad sobre lo acontecido al cardenal Jaime Ortega el pasado 2 de julio, en la residencia del Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, y que "fuera ampliamente desplegado por algunos medios de prensa de gran alcance dentro de la comunidad cubana exiliada y/o emigrada", según lo relatado por Egberto Escobedo, uno de los asistentes a la recepción y protagonista del altercado.
Márquez afirma haber realizado consultas y precisa que Egberto Escobedo, quien iba "acompañado de otra persona", intentó entregarle al Cardenal "información sobre presos políticos" y que Mons. Ortega le pidió que llevara el documento a las oficinas del Arzobispado de La Habana. Recuerda el portavoz que "el cardenal Ortega había declarado a la prensa que si existían listas de presos políticos le fueran remitidas".
Afirma que en el Arzobispado de La Habana se recibe "toda la documentación relacionada con estos temas, también cartas y documentos sobre presos o sus familiares, etc." y que "Escobedo ha entregado en ocasiones anteriores, personalmente o a través de terceros cartas y otros documentos de este tipo".
La nota de prensa asegura que "molesto con la sugerencia del cardenal Ortega de entregar el documento en el lugar indicado, el señor Escobedo comenzó a criticar en alta voz al Cardenal por declaraciones dichas semanas atrás, así como su intervención durante el proceso de excarcelación de presos políticos en los años 2010-2011" y "que el Cardenal en efecto, le respondió que no debía guiarse por lo que dijeran ciertos medios de comunicación, pues era mucha la acción de la Iglesia a favor de los presos que no se conoce y se hace en silencio".
En relación a las expresiones de "prensa de la gusanera" y "prensa contrarrevolucionaria", afirma Márquez que "no fueron utilizadas por el Arzobispo de La Habana, ni se corresponden con su vocabulario".
Un sacerdote que estaba en la recepción, dice la nota "conminó" a Escobedo a mostrar respeto y comportarse, pues este seguía con "sus fuertes críticas" o en caso contrario "habría que llamar a un agente de seguridad de la Sección de Intereses de los Estados Unidos".
Termina la nota afirmando que un funcionario de la Sección de Intereses, al conocer el altercado, se disculpó con el Arzobispo de La Habana.