La pastoral social Cáritas lleva a cabo una campaña de recolección de insumos para asistir a cerca de 1.000 migrantes cubanos, varados en Panamá tras el cierre de fronteras de Nicaragua y Costa Rica, informó este sábado la organización.
Además de agua, víveres secos, ropa y artículos de higiene personal, el organismo humanitario requiere con urgencia de tiendas de campaña, porque las iglesias católicas de la zona fronteriza con Costa Rica, Paso Canoas, se encuentran a tope, con unas 700 personas, dijo a Acan-Efe Osiris Ábrego, coordinadora de Programas y Emergencias de Cáritas en Panamá.
Otros cientos de cubanos han llegado a este poblado sin más opciones que pasar la noche a la intemperie, tras un sufrido recorrido por aire, tierra y mar, que en la mayoría de los casos se inició en Ecuador, con miras a llegar a Estados Unidos.
Desde la oficina nacional de Cáritas, en Ciudad Panamá, salen semanalmente cargamentos de ayuda humanitaria para los isleños, no sólo en Paso Canoas sino también en Puerto Obaldía, en el Caribe, adonde siguen llegando por vía marítima, procedentes de Colombia.
En esta pequeña localidad hay un promedio de 200 personas, calculó Ábrego, quien añadió que menos de una decena también ha pedido albergue a la Iglesia Católica en la capital.
Para colaborar, los centros de acopio en Ciudad Panamá reciben aportes en todas las parroquias católicas y en los centros de acopio principales, la sede de Ancón de Cáritas, detrás de la Dirección de Investigación Judicial, y la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Juan Díaz.
La coordinadora de la organización considera que la situación de los migrantes se alargará, sobre todo mientras el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) no resuelva regionalmente la crisis que se originó con el bloqueo de la frontera de Nicaragua para los cubanos, el 15 de noviembre.
Después de haber recibido unos 8.000 cubanos, a quienes dio visas temporales de tránsito, Costa Rica también cerró el paso a los migrantes el viernes 18 de diciembre, cuando anunció su retiro de la mesa política del SICA por no encontrar la solidaridad de la región en la búsqueda de una solución a la oleada migratoria.
Desde entonces, el número de cubanos en Paso Canoas ha pasado de los 300 a casi el millar, recordó la coordinadora de Cáritas.
Muchos de los migrantes llegan con enfermedades o heridas ocasionadas por el difícil camino, según contó un miembro de Cruz Roja a Acan-Efe esta semana.