El economista cubanoamericano Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh, ha expuesto en una entrevista publicada el jueves por el diario El País un cuadro sombrío, aunque respaldado por “los mejores datos estadísticos”, sobre las perspectivas a corto plazo de la economía cubana.
Mesa-Lago parte de la caída de las principales fuentes de suministros e ingresos en divisas de Cuba, varias de ellas en proporción directa con la crisis en Venezuela:
-El intercambio con ese país, el principal socio comercial de La Habana, ha caído de 42 % del total a 27% en 2015.
-El suministro de petróleo ha pasado de 105.000 barriles diarios a 55.000 barriles, reduciendo a la mitad los ingresos por las ventas cubanas de parte de ese petróleo y derivados en el mercado mundial.
- La principal entrada en divisas de Cuba, la venta de servicios profesionales, pasó de 11.000 millones de dólares en 2013 a 7.000 millones.
- Sólo el turismo ha aumentado, con más de cuatro millones de visitantes en 2016 y unos $4.000 millones de dólares en ingreso bruto, al que, precisó, hay que restarle el valor de los insumos y otros bienes importados.
En materia de inversión extranjera directa (IDE) el experto considera inexplicable que si Cuba necesita por lo menos 2.500 millones de dólares al año para crecer sostenidamente, y hasta el mes pasado había unas 450 propuestas, apenas se haya aprobado una veintena. Según sus datos, desde la apertura del puerto (y zona económica especial) de Mariel, en enero de 2014, la cifra acumulada en IDE no llega a 2.000 millones de dólares.
El catedrático describe la infraestructura cubana como “un desastre”, y dice que la mano de obra, aunque es cualificada, es extremadamente lenta, debido a que el trabajador cubano no tiene incentivos, pues cobra muy poco y en pesos cubanos (CUP), y tiene que comprar la mayoría de las cosas en moneda convertible (CUC). Destaca que entre 1989, el año anterior a la crisis provocada por el cese de la ayuda soviética, y 2015, el poder adquisitivo de los cubanos cayó en más de un 70%.
Aun así, descartó que se vaya a concretar a corto plazo la anunciada unificación de la doble moneda, pues según él, ello generaría inflación y ya la de este año rondará el 12%, además de que con la medida dejarían de ser sostenibles empresas estatales.
Preguntado por el diario madrileño acerca de por qué la actividad privada crece tan lentamente en la isla, lo atribuyó a “todas las trabas que hay".
"Es como si la mano derecha hiciera una cosa y la mano izquierda hiciera otra. Hay muchas actividades que el Gobierno ha cerrado o rescindido: venta de ropa, salas de cine 3D... ahora han empezado a regular precios en los taxis y la venta de casas, y a dificultar el mercado libre agropecuario. La fiscalidad es brutal. Hay como siete impuestos. El Gobierno castiga al que tiene éxito y puede ayudar al Estado a resolver sus problemas. No es lógico”
Acerca de si las Fuerzas Armadas, que controlan en Cuba la mayor parte de los negocios generadores de divisas, también ponen trabas a las reformas, el catedrático respondió que “ Sí, y el partido; pero el Ejército es más importante porque tiene el poder económico. Y es como un Midas al revés. Todo lo que toca lo convierte en basura... Restaurantes, hoteles... Es impresionante”, dijo.
El único sector de la economía cubana que parece inspirar optimismo al prestigioso economista es el privado, que ha ido creciendo hasta más de medio millón de personas desde que fue autorizado en 2010 en medio de dificultades como “la escasez y carestía de los insumos, el exceso regulatorio, los impuestos, el difícil acceso a Internet”.
“A pesar de las continuas cortapisas del Estado, el 80% está satisfecho con lo que hace (aunque no con lo que gana). Y el 93% obtuvo beneficios, y la mayoría, los reinvirtieron en el negocio. Eso es extraordinario”, dijo el profesor de Pittsburgh.
Por último, El País preguntó a Carmelo Mesa-Lago si el equipo en el poder en Cuba "será capaz de hacer alguna vez la transición".
“Si Raúl Castro, en diez años, no ha impulsado las reformas, dudo que su sucesor pueda tener más éxito. Predomina la lógica política sobre la económica. Y temen perder el control”, concluyó diciendo el economista.