La Casa Blanca decidirá en los próximos meses sobre un posible viaje del presidente Barack Obama a Cuba y quiere que ambos países tomen medidas para asegurar que el deshielo en sus relaciones es irreversible, dijo el sábado el consejero adjunto de Seguridad Nacional Ben Rhodes.
Rhodes, que fue gestor clave del cambio de política de Estados Unidos hacia la isla de gobierno comunista, dijo que Washington quiere que Cuba mejore en materia de Derechos Humanos y que estimule la actividad económica permitiendo operar a empresas privadas.
Cuba necesita, además, dar a su gente mayor acceso a internet y a la información, agregó.
"El punto clave para nosotros es si una visita del Presidente a Cuba ayudará a que esas prioridades avancen", explicó Rhodes a periodistas en Hawái, donde Obama está de vacaciones. "Es algo sobre lo que creo que tomaremos una decisión (...) en los próximos meses", añadió.
Un viaje de un presidente de Estados Unidos sería histórico y la Casa Blanca está ansiosa por usar su influencia para que Cuba haga reformas. Obama ha dejado en claro que desea visitar el país antes de abandonar el cargo el próximo año.